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jueves, marzo 28, 2024
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95 años de vigencia de la Ley de Imprenta

Guido Pizarroso Durán

La libertad de expresión es en esencia la columna vertebral y factor imprescindible para la vigencia de todas las libertades ciudadanas, así como de los derechos humanos. Solamente con un marco de respeto a este principio es posible además vivir en democracia, y asociada íntima es la Libertad de Prensa que hace posible que la gente exprese sus sentimientos, opiniones, demandas, observaciones e inquietudes sobre todos los ámbitos de la vida por cualquier medio de comunicación y difusión sin que por ello sea molestado, apresado o perseguido. Lamentablemente no siempre se respetan estos derechos y Bolivia acaba de salir de un episodio sórdido en el que se restringieron estas libertades.

La Constitución Política del Estado y la Ley de Imprenta son la base de sustento para el ejercicio de estas libertades y precisamente hoy se recuerdan 95 años de la promulgación de la Ley de Imprenta, que fue aprobada durante el gobierno de Bautista Saavedra Mallea, jurista, periodista, profesor universitario, sociólogo, y diplomático. El 19 de enero de 1925, aprobó la norma vigente en la actualidad, sobre la base de la ley de imprenta que había dejado el libertador José Antonio de Sucre, norma inspirada en la legislación inglesa.

Muchos gobiernos han intentado revocar o modificar la Ley de Imprenta, pero han chocado con una resistencia firme de las organizaciones de medios de comunicación.

Durante el gobierno de Evo Morales hubo tres intentos por cambiar la Ley de Imprenta. Al fracasar en su propósito se dieron modos para incluir en otras leyes artículos atentatorios el ejercicio del periodismo y a la libertad de expresión que desgraciadamente todavía están vigentes. Es necesario reflexionar sobre la importancia de defender la libertad de expresión y la libertad de prensa, que son la garantía para impedir abusos del poder y proteger los derechos y prerrogativas ciudadanos. Estas normas son el antídoto contra la prepotencia y el abuso, a la vez que es el mejor conducto para la práctica de la tolerancia, como el conducto de respeto a las opiniones ajenas.

La tolerancia consiste en la disposición y práctica de convivir pacíficamente con creencias y modos de vida que nunca adoptaríamos, y que, más aun, reprobamos y hasta rechazamos probablemente, pero que debemos aceptar en los demás.

Admitir las opiniones ajenas, aunque no las compartamos no significa transigir de las convicciones propias. Significa, simplemente, admitir que existen distintos modos de ver los hechos, diferentes formas de percepción y una diversidad de comprensiones de un mismo hecho o situación.

La libertad de expresión se basa precisamente en la capacidad de comprender que existen muchas verdades, que probablemente, cada uno las comprenda a su manera.

Las instituciones vinculadas al periodismo y la libertad de expresión deberían actuar unidas en una gestión destinada a lograr que se deroguen las diversas normas que coartan la el libre acceso a las fuentes de información, las que restringen el derecho a difundir hechos y opiniones, las que representan riesgos para informar, además de lograr el respeto a la plena vigencia de la Ley de Imprenta, así como a protección de las fuentes de información.

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