Una marcha de instaladores de gas reclamó este jueves en la ciudad de La Paz una solución para evitar la pérdida de miles de empleos, golpeando tubos para hacer oír su protesta.
La Asociación de Empresas Instaladoras de Redes de Gas teme que en el país se pierdan unas 3.000 compañías, de las que dependen cerca de 20.000 familias, por una inacción de la que acusan a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB).
El presidente de la asociación en La Paz, Ángel Arauz, advirtió de que solo en esta región están pendientes de autorización por parte de YPFB unas 28.000 instalaciones de gas domiciliario, de las que dependen unas 800 empresas de las que viven cerca de 8.000 familias paceñas.
El temor de este colectivo es que desde la compañía pública se intente monopolizar este trabajo, mientras se «miente» a estos trabajadores desde la gerencia de la sociedad estatal, por parte de gestores «sin capacidad» para administrarla, denunció ante los medios el presidente.
«No a la privatización» y «Alí Babá y los cuarenta ladrones» se leía en algunos de los carteles de los manifestantes en una céntrica avenida de La Paz.
Al grito de «queremos trabajar, esto no es político», la marcha coreó consignas contra el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, con alusiones a la presidenta Jeanine Áñez para que intervenga.
La protesta transcurrió con distanciamiento social y uso de barbijos, entre otras medidas de prevención de la COVID-19, en medio del estallido de petardos y el golpear de trozos de tubos de gas.
«Estamos en la calle por culpa de Yacimientos», «ladrones, corruptos, maleantes», «saquean YPFB», rezaban otras pancartas.
YPFB es una de las principales empresas estatales de Bolivia, con negocios como el gas, que reporta importantes ingresos al país por la venta a vecinos como Argentina y Brasil.