10 C
La Paz
jueves, marzo 28, 2024
InicioOpiniónEditorialA un año de la pandemia

A un año de la pandemia

Hoy 10 de marzo se cumple un año de la presencia del coronavirus en Bolivia, al registrarse dos casos que llegaron del exterior. Desde ese momento, la pandemia infectó a por lo menos 254 mil 736 personas, y ocasionó más de 11.845 decesos registrados oficialmente, aunque algunos informes señalan cifras mayores. Desde que comenzó la epidemia han sucedido una serie de hechos lamentables con una secuela que hizo mucho daño a la población y al país. Se comprobó trágicamente el lamentable estado del sistema de salud, carencia de equipos, personal médico, recursos económicos y otras deficiencias, al extremo que en pocas semanas colapsaron todos los hospitales públicos y clínicas privadas.

El pánico se apoderó de la población y tuvo que adoptar medidas extremas de contención, suspendiéndose casi todas las actividades públicas y privadas y paralizando un amplio sector de la producción. Solamente el agro, el comercio de alimentos, fármacos y productos esenciales siguió operando de manera precaria, lo que ocasionó especulación en los precios. Para colmo de males, la política partidaria utilizó la pandemia para entorpecer la atención, grupos radicales atribuyeron el coronavirus a un invento del gobierno de transición para quedarse más tiempo en el poder, desobedecieron la campaña de bioseguridad, efectuaron manifestaciones y hasta atacaron entidades y bienes públicos y privados. En ese ambiente se hizo más difícil luchar contra una enfermedad desconocida en ese momento y sin la experiencia ni medios para enfrentar la emergencia. No había medicamentos y apenas se comenzaba a investigar la naturaleza de la enfermedad para luego indagar sobre una vacuna.

Finalmente, dos gobiernos enfrentaron la crisis sanitaria en medio de equivocaciones permanentes atribuidas a cinco ministros de salud, que en cuyas gestiones se cometieron fallas de diversa naturaleza, politización de la crisis y hasta hechos de corrupción. Aníbal Cruz fue el primer ministro en intentar organizar la defensa de la salud frete a la pandemia, sin recursos ni medios, y frente a la grave situación dejó el cargo. Un neumólogo, Marcelo Navajas, asumió las funciones de Ministro del ramo y en su gestión se produjo la compra de respiradores para equipar las unidades de terapia intensiva, pero en pleno proceso surgieron denuncias de sobreprecios y otras irregularidades que se siguen investigando. Le sucedió Eidy Roca a la que también se la acusó de irregularidades. Aunque todavía no había vacunas, el gobierno de transición inició gestiones para la dotación de vacunas mediante el sistema COVAX.

La asunción al gobierno de Luis Arce Catacora generó expectativa, pero lamentablemente dejó pasar el tiempo sin asumir medidas contra la pandemia. Édgar Pozo fue posesionado en la cartera de Salud, pero nada hizo, se enfermó y renunció al cargo. Le sucedió Jeyson Auza y en su gestión se iniciaron recién las gestiones para comprar vacunas, cuando los otros países ya comenzaron a vacunar. Nuevamente se politizó la pandemia, se utilizó la vacuna en la campaña electoral y promovió la aprobación de la Ley de Emergencia Sanitaria, que generó protestas y un paro de actividades, sin que se logre hasta ahora alguna solución.

La salud no fue la única víctima de la pandemia. La secuela del coronavirus impactó en la economía nacional generando una recesión del 8% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Este organismo considera que América Latina y el Caribe han sido las regiones más golpeadas del mundo en desarrollo por la crisis derivada del Covid-19, y Bolivia figura entre los más afectados con centenares de empresas cerradas y miles de empleos perdidos.

Al menos 750 compañías nacionales cerraron por la Covid-19 en Bolivia según Javier Bellott, presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba. Precisó que la crisis económica afectó más a los trabajadores del turismo y la hotelería porque requieren de un flujo poblacional intenso. Pero en realidad la producción en general -con algunas excepciones- y las exportaciones han sido las más dañadas.

El presidente la Cámara Nacional de Industrias, Ibo Blazicevic, afirmó que durante los primeros 60 días de la cuarentena rígida, solo el 20% del sector industrial realizó actividades económicas, y en la cuarentena flexible la demanda de productos industriales fue mínima, y como consecuencia, cayeron abruptamente las ventas; sin embargo, los gastos tributarios, salariales (aguinaldo), crediticios y a la seguridad social continúan inalterables. Producto del Covid-19 las industrias pasaron de generar utilidades a reportar pérdidas con la consiguiente caída de la liquidez y la pérdida de capital de operaciones. En este momento, al haber comenzado a llegar las vacunas, de algún modo se puede alentar la esperanza porque la situación mejore, y se ofrezca a la población gratuitamente la inmunización, sin privilegios ni discriminación, aunque ya se han conocido algunas irregularidades. De todas maneras, los analistas coinciden en que la solución a la crisis de la pandemia todavía está lejana.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

MÁS LEÍDAS

- Publicidad -