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viernes, marzo 29, 2024
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Alerta amarilla por incendios en el oriente

La época de habilitación de tierras para la siembra en Bolivia se ha convertido en una amenaza para el medioambiente y para los bosques. Todos los años se debe lidiar con el descontrol que ocasionan los chaqueos y quemas sin que hasta ahora exista una decisión política para frenar esta práctica depredadora. El fin de semana se presentaron más de 80 focos de quema solamente en Santa Cruz, de los cuales por lo menos 60 son persistentes, sumando 1.698 en el mes, haciendo un total de 7.823 focos de calor en lo que va del año. Lo peor es que ya se está pasando la época de lluvias, solamente hay chubascos ocasionales, lo que acrecienta los riesgos de incendios forestales, con el riesgo de sufrir las consecuencias que el país ha tenido que lamentar en años anteriores.

Julio y agosto son los meses en que los abundan los chaqueos y quemas, normalmente es una época seca en la que hay más vientos que en otras estaciones, dejando grandes extensiones expuestas a incendios. Pese a las recomendaciones de las autoridades, la imprudencia se mantiene lo mismo que las emergencias. Esta es una situación recurrente en todo el país, pero especialmente en Santa Cruz, donde hay una evidente expansión de tierras de cultivo. Pero además, existen acciones delictivas de avasalladores que ocasionan incendios en regiones que luego son ocupadas. Santa Cruz ha hecho esfuerzos importantes en su labor de prevención, pero parece que resultan insuficientes frente a una realidad que sobrepasada las capacidades de control.

El Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif) detectó el viernes tres nuevos incendios activos en San Julián, Concepción y San José de Chiquitos, de acuerdo a informes de jefa de la Unidad de Bomberos Forestales de la Gobernación de Santa Cruz, Yovenka Rosado, anunció que se ha lanzado la alerta a los bomberos y grupos voluntarios. Se envió a San Julián una brigada especializada en materiales peligrosos y un carro cisterna de 10.000 litros de agua para apoyar en las tareas de los bomberos. Hay fuego en varios puntos, entre ellos en Concepción, en la región comprendida por el territorio de la Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (UCPN) y el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Kaa Iya del Gran Chaco. Allí también trabajan unidades especializadas para sofocar el fuego. En San José de Chiquitos, se registró otro incendio, que ha sido sofocado por técnicos de ese municipio y bomberos voluntarios de la Unidad Urbana Rescate (UBR). El Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales tuvo que activar la alerta amarilla para poder operar de manera inicial y previsora con los recursos y personal necesario para la atención de emergencias.

Ya anteriormente se había anunciado que se han adoptado previsiones a escala nacional, entre las que figura un operativo conjunto de las Fuerzas Armadas, los gobiernos regionales, los municipios y la población civil para evitar que se produzcan situaciones como las que devastaron una amplia extensión de bosques en la Chiquitania y otras zonas del oriente. El gobierno decidió activar al Comando Conjunto de Reacción a Emergencias Adversas (C.C.R.-E.A.) de las Fuerzas Armadas, como parte del Plan Nacional 2022 de Prevención y Lucha Contra los Incendios. Su objetivo es atender todo tipo de emergencias, desde granizadas, nevadas, terremotos, riadas, inundaciones e incendios forestales.

Inicialmente se había previsto un presupuesto de 5 millones de bolivianos. El comando estará compuesto por seis unidades militares de respuesta, y cuadrillas de 2 equipos que tendrán a su disposición medios terrestres, aéreos, lacustres y pluviales. Las Unidades son: Amazónico, Mamoré, Central, Andina, Chaco y Plata. Según publicaciones de medios de comunicación del oriente, el ministro de Defensa, explicó que se ha dispuesto la participación activa, comprometida y patriótica de las Fuerzas Armadas para dar respuesta a las emergencias que se presentan particularmente entre los meses de junio, julio, agosto y septiembre, con los incendios. El Comando contará con la participación de unos 1.200 efectivos militares, el apoyo de aeronaves de la Fuerza Aérea y equipos de desplazamiento fluvial de la Armada Boliviana. Asimismo, estarán involucrados los equipos del SAR-FAB y el Servicio de Búsqueda y Rescate de la institución naval y Defensa Civil. Ojalá que con estas previsiones se logre frenar la secuela que cada año provoca esa práctica irresponsable los chaqueos y quemas para la preparación de tierras de cultivo y pastoreo.

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