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jueves, marzo 28, 2024
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Algunas actividades retornarán, no todas

Ha llegado el momento de evaluar los resultados de las acciones del gobierno para controlar en algo la pandemia de coronavirus. En teoría concluye hoy la cuarentena rígida y se ingresa a su forma «dinámica y condicionada», que mantiene medidas de previsión y seguridad para evitar más contagios. Pero en la realidad, debe reconocerse que la cuarentena no se cumplió de acuerdo a lo que el gobierno dispuso, las autoridades fueron incapaces de hacer respetar las medidas de contención, hubo fallas en la ejecución de los programas, incumplimiento de propósitos y carencia de medios que hasta ahora no ha podido ser remediada, pese a los anuncios.

Según el gobierno, la denominada cuarentena nacional dinámica y condicionada, busca reactivar de forma gradual el aparato productivo nacional, mediante la retoma de las actividades en el sector público y privado. Para esto se han aprobado ocho decretos supremos que buscan regular las condiciones en las que se retomen las actividades. El gobierno explicó que ahora existe una corresponsabilidad entre el gobierno central, los municipios y las gobernaciones, que deberán regular las actividades laborales y comerciales en el marco de sus competencias y atribuciones. Para esto se han determinado una serie de medidas que tendrán alcance a nivel nacional y otras que serán determinadas por gobiernos regionales y municipales.

Pero los médicos efectuaron una preocupante advertencia: se podrían «disparar los casos de Covid-19».

En La Paz y Cochabamba, los especialistas consideran que se podría duplicar el número de infectados en los próximos diez días si se pierde la contención. Lo que está sucediendo en Santa Cruz y Beni tiene explicación, por una parte, en una actitud inicial liberal de la población, que fue denunciada en su momento por el Ministro de Defensa, y por otra, debido a la gran cantidad de gente que retornó del exterior y se fue a la región oriental, además de los ingresos no controlados de personas por la extensa frontera con Brasil. Santa Cruz teme que llegue a más de 15 mil contagios hasta fines de junio, si se liberan las actividades, por lo que los gobiernos locales decidieron mantener la cuarentena rígida.

Son muchas las interrogantes que quedan, y que tanto médicos como la ciudadanía cuestionan, ¿dónde están los cientos de respiradores, laboratorios para pruebas y equipos de bioseguridad prometidos por el gobierno? No hay respuesta y algo queda flotando en el ambiente que merece un análisis más profundo para no ver solamente lo superficial y quedarse con la imagen de los escándalos de corrupción, los cambios de autoridades, las equivocaciones en las compras de equipos, las indecisiones, contradicciones, y la evidente falta de autoridad. Sería injusto ver solamente las deficiencias, y no los resultados objetivos. Bolivia sigue como el país con menos contagios comprobados, y aunque la falta de pruebas de Covid-19 puede dar una señal inexacta, el número de defunciones es un dato que no se puede ocultar, y permite creer que el impacto ha sido menor hasta ahora en gran parte del territorio nacional, si se lo compara con los países vecinos.

De todas maneras, el hecho de que concluya la cuarentena rígida no libera todas las actividades, y menos da «piedra libre» para desatender las medidas de seguridad dirigidas a evitar contagios.

La experiencia de otros países y las recomendaciones de los médicos nacionales coinciden en que deben mantenerse las medidas destinadas a evitar contactos con la gente, utilizar barbijo, medidas de higiene, y en lo posible quedarse en casa, alejarse de los lugares muy concurridos, porque, desgraciadamente, está sólidamente asentada la percepción de que se incumplirán las medidas de bioseguridad en el transporte, los mercados, centros comerciales, oficinas, fábricas y parques.

Pese a ello el gobierno optó por la cuarentena dinámica y condicionada, delegando a partir de ahora la responsabilidad de control a gobernaciones y municipios. El número de enfermos aumenta progresivamente en una curva ascendente de acuerdo a la experiencia internacional, y al llegar a una máxima expansión, comienza un descenso de contagios. Se estima que en Bolivia, entre los meses de junio o julio se dé el pico más alto de contagios.

Las autoridades nacionales consideran que hasta ahora la cuarentena cumplió su objetivo de evitar la propagación. Esta conclusión se basa en criterios técnicos que evalúan las medidas de contención como herramientas que sirven para evitar una irradiación mayor de la epidemia. Bajo esa óptica, puede decirse que se evitó una propagación mayor, pero al mismo tiempo, que el precipitado retorno a la actividad casi normal, implica un riesgo de preocupantes proporciones, si se considera que el país no cuenta con suficientes salas donde recibir a miles de enfermos, como ocurrió en otras partes, o como está pasando en Beni, donde la gente es atendida en sus domicilios.

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