Ni duda quepa que un sector importante en la vida nacional, a tiempo planteó la necesidad de buscar soluciones reales a la problemática conflictual de los profesionales médicos con el gobierno para la implementación del Seguro Único Social (SUS).
Hace dos semanas cuando el conflicto se hacía más virulento que amenazaba nuevas medidas de presión de los médicos , dirigentes de la Regional de Jubilados de La Paz plantearon que se requería: «un presupuesto real y adecuado a las exigencias de los pacientes, en particular con enfermedades terminales, nuevas infraestructuras a nivel nacional dotadas con aparatos modernos de última generación para atención quirúrgica, fármacos , laboratorios de análisis, por cuanto los actuales están obsoletos». Expresaron: «No queremos que personas de la 3ra o 4ta edad, mujeres y niños estén haciendo cola para recibir una ficha de atención médica, o para dotación de catre en los hospitales».
Lo interesante es que, en reuniones sostenidas entre el Ministro de Salud con los médicos, primero en Santa Cruz, luego en Cochabamba, basaron el inicio y conformación de mesas de trabajo en el aporte que hicieron los jubilados al pedir que el gobierno actúe con sapiencia sin ofrecimientos demagógicos sino de humanidad en favor del bien común.
Cabe recordar que los regímenes dictatoriales, de facto, tuvieron en los jubilados como un sector combativo, contrario al autoritarismo.
El gobierno debe tener presente que fueron los jubilados a la cabeza de don Abel Argandoña que, desde Caracollo en días y noches frías, gélidas, lluviosas, sin apoyo logístico, se movilizaron en marchas de protesta para obtener incremento en sus rentas. Efectuaron huelgas de hambre extremas concientizando a la población que apoyo sus peticiones.
El gobierno debe admitir que los jubilados, a riesgo de perder sus vidas, aportaron al retorno del sistema democrático. Este sector merece se les aumente sus rentas porque los precios de alimentos, de la canasta familiar, en los mercados, reducen el valor adquisitivo de la moneda.
Mientras senadores, diputados o ministros, perciben sueldos por arriba de dieciocho mil bolivianos mensuales, dos aguinaldos, los jubilados prosiguen con miserables rentas que no les alcanza para sobrevivir.
Visto que el gobierno y los médicos ingresaron en la etapa final del diálogo para la solución del conflicto por el SUS, no deben olvidar que los jubilados dieron bases ciertas de solución al conflicto mediante declaración de sus dirigentes: mesuradas, inteligentes, de alta comprensión a la problemática nacional. En tratándose de ese marco de solución sobre el tema, se debería también implementar hospitales geriátricos de primer, segundo, nivel, para atención exclusiva a jubilados, a los de 3ra y 4ta edad. (Hay personas longevas).
Mediante la creación del Seguro Único de Salud, se debería efectuar atención médica de primer y segundo nivel en dependencias departamentales de los jubilados, porque son de revisión y diagnóstico al paciente y no de intervención inmediata quirúrgica (en cada departamento tendrían que habilitar alguna oficina para ese fin social) de ese modo se distenderá el colapso que podría ocasionarse en los centros hospitalarios dependientes de la CNS.
Conmociona ver -a altas horas de las noches y primeras de las madrugadas-, personas ancianas, muchas en silla de ruedas, o con muletas, haciendo fila para recibir una ficha médica. Después de pasar una odisea, el médico general los deriva a un especialista quien después de tres o más semanas los atiende.
En los puntos referentes al aumento del 10% al presupuesto de salud y la filiación de los profesionales médicos a la Ley General del Trabajo, se tendrá que arribar a un acuerdo basado en los requerimientos de pacientes y de los profesionales médicos, enfermeras, del sector salud pública.