El presidente Luis Arce aseguró este viernes que el ascenso del progresista Gabriel Boric a la primera magistratura de Chile permitirá «fortalecer» los lazos entre ambos países.
Con un abrazo y breve intercambio de palabras, el jefe de Estado boliviano felicitó a su par chileno en el Congreso Nacional, en la ciudad costera de Valparaíso, donde Boric relevó al derechista Sebastián Piñera al mando del país e inició su periodo presidencial de cuatro años.
«Compartimos (con Chile) una larga historia de lucha y resistencia latinoamericana. Tenemos la certeza de que su investidura permitirá fortalecer nuestros lazos de hermandad, creando puentes de integración», publicó el presidente boliviano en sus redes sociales.
Uno de los desafíos más urgentes que deberá enfrentar la administración Boric es lograr una coordinación multilateral con el resto de países latinoamericanos para enfrentar el conjunto la crisis migratoria derivada del éxodo venezolano, que a la fecha alcanza cerca de 6 millones de personas y afecta indistintamente a la mayoría de países del cono sur, siendo la frontera chileno-boliviana uno de sus puntos calientes.
Arce es una las 16 autoridades extranjeras que acudieron a la toma de mando del exdiputado y antiguo líder estudiantil Boric, que a sus 36 años es el presidente electo más joven y votado de la historia chilena.
Además, asistieron a la ceremonia de investidura otros referentes como el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, la expresidenta de Brasil Dilma Roussef, así como delegaciones de Estados Unidos y España, esta última liderada por el rey.
Exdiputado por la austral Región de Magallanes y líder de las revueltas estudiantiles a inicios de la década pasada, Boric llega a La Moneda con un contexto de cambios profundos para la sociedad chilena, un proceso constitucional en marcha y una serie de nudos que deberá enfrentar en el corto plazo, como la violencia rural en el sur y la golpeada economía chilena que sufre presiones inflacionarias históricas.