Las autoridades investigan el asesinato de dos policías y de un agente civil en un ataque armado en Santa Cruz mientras desarrollaban un patrullaje.
El hecho sucedió este martes cuando los sargentos Eustaquio Alanes y Alfonso Chávez se encontraban patrullando la zona del Urubó en el municipio de Porongo, a unos 54 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz.
El vehículo policial en el que se transportaban sufrió un «desperfecto» y David Candia, miembro del Grupo de Apoyo Civil a la Policía Boliviana (GACIP) los fue a «auxiliar», según dijo a medios el comandante de la Policía, Jhonny Aguilera.
En esa situación «aparentemente» dos personas con «chalecos verdes» se bajan de un vehículo particular y les disparan a los dos policías y al miembro del GACIP.
«Los policías no han efectuado ningún disparo, fueron asesinados», expresó Aguilera.
El comandante sostuvo que se ha conformado un equipo multidisciplinario para que se investigue y se dé con los responsables de este hecho y buscar evidencias en el lugar.
«La Policía no va a cesar hasta encontrar a estos asesinos», sostuvo Aguilera.
En medio de los operativos de búsqueda, Aguilera adelantó que se tiene información sobre las «armas empleadas» y que se brindará más información en el transcurso del día.
Por ahora se han recabado 17 casquillos y el vehículo patrullero en el que se encontraban las tres personas, según un informe policial.
Reacciones
Tras esta situación el presidente Luis Arce expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos «en cumplimiento de su deber».
«Nuestra Policía está movilizada para capturar a los responsables», escribió Arce en su cuenta de Twitter.
De la misma forma el Ministerio de Gobierno publicó sus condolencias hacia las familias de los «tres valerosos miembros» que «ofrendaron sus vidas en el sagrado cumplimiento del deber».
El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, demandó «mano dura contra el narcotráfico», ya que a su juicio estas muertes son la «consecuencia de un Gobierno que convive y tolera día a día el narcotráfico».
«Estos hechos constituyen un contexto permisivo para los narcotraficantes que hoy reaccionan con violencia y asesinan a nuestros policías», escribió Camacho.
El expresidente Carlos Mesa y líder de la principal alianza opositora Comunidad Ciudadana demandó una «respuesta rápida y ejemplarizadora» y sostuvo que «años de permisividad y convivencia cómplice con el narcotráfico instalaron en Bolivia una criminalidad organizada que penetró las instituciones y desangra a la sociedad».
Asimismo, el expresidente Jorge Quiroga también señaló que los tres policías fueron «salvajemente asesinados por los narco-rebalses en Bolivia, que por desidia gubernamental se está convirtiendo en santuario de criminalidad regional».
La gobernación cruceña determinó izar las banderas a media asta en todos los mástiles en sus dependencias «como señal de duelo» y se pondrán crespones negros «como muestra de solidaridad con la Policía y las familias dolientes».
En tanto el alcalde de Porongo, Neptaly Mendoza, definió tres días de duelo por las muertes y se suspendieron todas las actividades programadas por San Juan que se celebra esta semana.
Además se declaró en «emergencia por la falta de seguridad» en el lugar.