Existe sobreproducción de carne de pollo en el país, hecho que obligó a bajar los precios y los productores se quejan de que están vendiendo a un precio por debajo del costo, obligados por las restricciones emergentes de la cuarentena. En el tiempo de la emergencia este sector acumuló una pérdida de 24 millones de dólares por lo que pide al gobierno soluciones estructurales.
Según el vicepresidente de la Federación Nacional de Avicultores, Winston Ortiz, los productores hoy en día pierden hasta 11 bolivianos por cada ave que sale al mercado y que tiene un promedio de 2,5 kilos. Explicó que el costo de producción por kilo vivo es 8 bolivianos, pero actualmente perciben un pago de 3,50 bolivianos. Esta situación ha obligado a que el 40 por ciento de las 3.500 granjas afiliadas a la federación confronten el riesgo de quiebra, y disminución de la producción, situación que a corto plazo ya no se pueda cubrir las necesidades de la población.
A su vez, el presidente de la Asociación Departamental de Avicultores de Santa Cruz (ADA) Ricardo Alandia, informó que la producción de pollito bebé se redujo en 50 por ciento, por lo que anticipó que se producirá escasez de carne de pollo durante mayo y junio. ADA es el organismo que aglutina a las empresas incubadoras. En Santa Cruz, se autorizó la venta directa de pollo del productor al consumidor. En La Paz las grandes distribuidoras también decidieron comercializar directamente sus productos y están llegando a todas las zonas con sus ofertas que, evidentemente, están con costos menores a los que rigen en los mercados públicos donde los revendedores especulan con el precio y el peso.