La ministra de Salud, Gabriela Montaño, aseguró ayer que el posible brote de arenavirus detectado en el norte de La Paz está bajo control sanitario y pidió no estigmatizar a esa región del departamento.
«No sería correcto que se siga una lógica de estigmatización de la zona, cuando eso (el virus) no es científicamente probado. Nosotros estamos haciendo todos los estudios y el seguimiento epidemiológico y no hemos encontrado nuevos casos», indicó a medios estatales.
Tras la muerte de una practicante de medicina en el hospital del municipio de Caranavi y un agricultor, además de la internación en terapia intensiva de dos médicos a causa del Arenavirus, comenzó a circular en las redes sociales dudosa información sobre los motivos y consecuencias de este mal.
Esos mensajes en redes sociales apuntaban a recomendar no consumir las frutas y coca de los Yungas porque presuntamente estarían infectados por Arenavirus, mal que provoca fiebre hemorrágica y que es transmitido por el roedor calomys callosus.
Montaño aseguró que se trata de una «información exagerada» porque «en ningún caso el virus se va a mantener durante tanto tiempo en los alimentos con capacidad de contaminación».
La Ministra informó que expertos bolivianos y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) conformaron dos equipos e incursionaron al municipio de Caranavi y Guanay para identificar y rastrear si hay reportes de nuevos casos.
Explicó que se está realizando la investigación, primero, para identificar si se encuentra el roedor del género Calomys en Caranavi o en la zona cercana y, segundo, detectar si este animal está infectado con el virus.
Acotó que en este trabajo se hace un rastreo y captura de los roedores en Caranavi y zonas aledañas. Enfatizó que de momento los resultados no son preocupantes, pero se va a seguir con la investigación.
Empero, como medida de previsión, la Ministra recomendó entrar a las áreas selváticas de esa región con barbijos y guantes para prever cualquier posible contaminación con el virus.
Además de conservar los alimentos en recipientes cerrados para evitar todo tipo de contacto con roedores.
Entre síntomas del arenavirus, mencionó fiebre con dolores musculares, abdominal, trastornos gastrointestinales, diarreas, vómitos y disminución de glóbulos blancos y de plaquetas.
Montaño informó, además, que el viceministro de Salud, Álvaro Terrazas, junto al Director Nacional de Epidemiologia y un equipo del Ministerio de Salud se reunieron el fin de semana con autoridades de Caranavi, juntas vecinales, organizaciones sociales y delegados del hospital de la región para transmitir las medidas de prevención.
En ese encuentro, dijo, que expresaron su preocupación sobre los mensajes «poco serios» que circularon en redes sociales estigmatizando a Caranavi con una emergencia sanitaria que no existe.
La ministra pidió dejar de estigmatizar a esa región que recibe turistas y produce cítricos con destino a los mercados locales del país.
Sobre los sospechosos de contraer el virus y los médicos
Montaño informó que los sospechosos de contraer el mal del arenavirus fueron dados de alta, pero los médicos que atendieron a una internista que perdió la vida por ese virus están con pronóstico reservado.
«Los dos médicos están internados aún en terapia intensiva, su evolución es de pronóstico reservado», complementó.
En el caso de los dos sospechosos de contraer el virus, aseguró que ambos pacientes fueron dados de alta del hospital donde recibían atención.
Montaño añadió que se mantienen las medidas de seguridad para el personal de salud que atienden a los pacientes.
«Estamos hablando de medidas de bioseguridad nivel cuatro, que es la utilización de barbijos, guantes, indumentaria especial, para que no haya riesgo de contaminación del personal sanitario que atiende a estos pacientes», explicó.
Sin embargo, Montañó remarcó su preocupación al ver en redes sociales mensajes que confunden y alarman a la población.
«Se publicó una noticia del fallecimiento de uno de los médicos que aún está internado en terapia intensiva, imagínense lo que provoca en una familia, realmente, es una actitud irresponsable e inhumana, no se puede jugar así con la vida de las personas», concluyó.