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jueves, marzo 28, 2024
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Cámara Nacional de Comercio plantea congelar el salario mínimo y básico en 2021

El Dr. Rolando Kempff manifestó que el gobierno de Luis Arce sostuvo se precisa una "reconstrucción de la economía".

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, planteó al gobierno congelar el Salario Mínimo Nacional (SMN) y el haber básico para el siguiente año debido a la recesión económica que atraviesa el país por la crisis pandémica.

Afirmó que en caso de un incremento salarial en 2021, las empresas no podrán sostener a sus trabajadores debido a que las mismas atraviesan una severa crisis económica y generaría «más desempleo» en el país.

«Estamos viviendo una historia económica, la más difícil de nuestro país, por lo cual tenemos una recesión económica, en esa situación el incremento laboral no corresponde», sostuvo Kempff.

Kempff  reiteró su pedido de flexibilización del pago del sueldo de diciembre y del aguinaldo de este año porque, debido a la crisis económica que atraviesa el país, el empresariado privado no puede cumplir esa disposición legal.

Empresarios privados señalaron: Es posible afirmar que no solo fue por la herencia de anteriores gobiernos y de transición que afectó en forma severa a muchas empresas que luego se cerraron y otras están al borde de la quiebra.

El Dr. Kempff Bacigalupo afirmó que un incremento de salarios para el próximo año, no es aconsejable, los empresarios requieren de una etapa para poder reactivar su economía que irá en bien de las fuentes de trabajo y de los empleados.

Es muy difícil que para el próximo año se pueda sustentar aumento del salario. Los empresarios -por las condiciones y realidad de lo ocurrido con la crisis económica, la pandemia del coronavirus y cuarentena- no están en condiciones de pagar un nuevo incremento. En varias empresas, los trabajadores se dan cuenta que «es necesario mantener las fuentes de trabajo en acuerdo con los empresarios», para luego reactivarlos para poder tener mejores condiciones de vida.

Al respecto analistas económicos señalaron:

El gobierno de Luis Arce Catacora deploró el manejo económico del gobierno de transición, y considera que, por sus hechos, ahora no solamente hay que reactivar la economía, sino que se requiere «una reconstrucción».

Es verdad que la situación económica es muy delicada, pero tiene como origen por lo menos tres factores fundamentales, que no se los debe eludir a la hora de un análisis serio, advierten los empresarios: la herencia dejada por el Movimiento al Socialismo, la crisis económica internacional y la pandemia que dio un duro golpe al comercio, la producción, el turismo y la salud pública que requirió de inversiones extraordinarias para hacer frente a una situación inédita en el país.

A ello hay que añadir, una deficiente política económica durante el régimen transitorio, y presuntos hechos de corrupción que empañaron esa gestión.

El informe 2019 de la fundación Milenio permite una aproximación, ya que su análisis está basado en datos hasta 2018, y advertía que los bajos precios de los productos que Bolivia vende al exterior y la reducción de volúmenes de las exportaciones, especialmente de rubros tradicionales, hacía que la economía nacional atraviese una coyuntura menos favorable y con riesgos potenciales.

Déficits gemelos que amenaza en un futuro

Milenio sostiene, en ese informe, que el desempeño de la economía boliviana en ese momento ya se caracterizaba por altos déficits externo y fiscal (déficits gemelos); una situación que amenaza hacerse insostenible en el futuro. Sobresale un elevado déficit en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos (5 por ciento del PIB en 2018), así como la pérdida continua de reservas internacionales, un déficit fiscal creciente (8,14 por ciento del PIB en 2018) y el rápido aumento del endeudamiento externo e interno. En 2018, la deuda externa pública llegó a $us 20,6 mil millones (51,6 por ciento del PIB).

El trabajo, elaborado por los consultores José Luis Evia y Luis Carlos Jemio, explica que, en respuesta a los shocks externos desfavorables, el sector público había realizado algunos ajustes menores en el nivel de gasto e inversión. Señala que la inflación se situó en su nivel más bajo de los últimos 9 años; 1,51 por ciento en 2018. Este nivel tan bajo de inflación refleja la apreciación del tipo de cambio (que permite a la economía importar deflación de los países socios comerciales), así como la desaceleración de la economía. La actividad económica, por su parte, ha tendido a desacelerarse en los últimos tres años (registrando una tasa de 4,22 por ciento en 2018). El crecimiento, por el lado del gasto, se ha concentrado en el consumo privado, el gasto del gobierno y en las exportaciones. Frente a ese panorama, Milenio advertía que, de continuar esa tendencia, la caída en los ingresos incidirá en el mayor endeudamiento público externo e interno. Una situación así es insustentable, señala el informe económico 2019 de Milenio.

Bolivia sin gran inversión extranjera

Otro estudio de la misma época, hace referencia a que Bolivia es el país que menos inversión extranjera recibe. De acuerdo al informe anual sobre el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) publicado por la Cepal, la IED recibida en Sudamérica creció un 14,4% respecto a la recibida en la región en 2017, alcanzando los 128.994 millones de dólares. Brasil fue el principal destino de la IED, seguido por monto de recepción por Argentina, Colombia, Perú y Chile. En cambio, Bolivia registró una caída de 56%. Según el mencionado informe, Bolivia fue el país que menor IED atrajo en 2018, con apenas 356 millones de dólares, el monto más bajo desde 2016, y apenas el 18% de la IED recibida el 2013, año en que había alcanzado un récord histórico de 1.750 millones. Del total de IED recibido en la región en 2018, el monto captado por el país representó un mísero 0,24%, muy inferior al también mísero 0,63% que representó el monto captado el 2017.

Política hostil al capital privado

Para nadie es un secreto que la causa principal de las bajas inversiones en el país fue la política hostil al capital privado, a la inseguridad jurídica, a las amenazas de ocupación de factorías, y el riesgo de «nacionalizaciones». Para que el país pueda despegar y encaminarse hacia posibilidades de desarrollo, se requiere un cambio radical que respete la propiedad privada, garantice las inversiones, que se devuelva al país la seguridad jurídica perdida y que se acabe con la corrupción y la impunidad. Ese accionar solamente se lo podrá alcanzar en unidad y estabilidad, sin sobresaltos ni amenazas contra los que lograron sobresalir con su esfuerzo, iniciativa, trabajo y gestión competitiva. El impuesto a las fortunas no atraerá inversiones y menos estabilidad ni creación de puestos de trabajo, que es lo que la gente y el país necesitan.

Por ello la declaración del presidente de la Cámara Nacional de Comercio es oportuna, ¿cómo así las empresas que están en déficits, por lo anteriormente referido, podrían aumentar salarios el año 2021 si la situación económica es desesperante y peor si se advierte podría haber rebrote de la pandemia del coronavirus?, cuestionan empresarios privados.

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