Últimamente, algunos furibundos halagadores del neoliberalismo y luego del «Proceso de Cambio» y su caudillo, al haberse promulgado la Ley de Organizaciones Políticas, rumbo a las «primarias» y después a elecciones generales, unos para aparecer como inocentes palomas dicen que los otros son «del pasado» que nada «tienen que ver con los dinosaurios».
Luis Revilla se refería a Samuel Doria Medina, pero éste sin sentirse agraviado pero preocupado ayer en son de raga, además con ironía, dijo que Revilla «está 20 años en el Gobierno Municipal, antes como Presidente del Concejo edil y ahora como ejecutivo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz», mirando las nubes pasar Doria Medina aseveró «estoy confundido, se dice que los candidatos a la presidencia responden al pasado, le recuerdo que él también es del pasado excluyente».
Otra cantaleta, es quienes dicen ser de izquierda, cuando la ola, a nivel latinoamericano, pone vigente candidaturas de derecha o centro-derecha.
Ignacio Lula Da silva que era del «pasado» fue defenestrado y está en la cárcel cumpliendo sanción de 12 años de presidio.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, derrotó a Cristina Kirschner, «del pasado», procesada por actos de corrupción por más de 100 millones de dólares al haber favorecido a empresas constructoras cuando era Presidenta. Lo de Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Chile, con gobiernos de derecha y extrema derecha, son referente a «que la tortilla siempre se da la vuelta».
Por eso «escupir hacia arriba resulta tormentoso cuando baja a la cara», sabio refrán sueco.
El presidente de África, Nelson Mandela, 27 años preso por sus ideales, fue Presidente a sus 72 años, un gran conductor de un proceso revolucionario pacífico que llevó a su pueblo a contar con educación eficiente, salud controlable, economía estable, jamás dijo que los anteriores eran del «pasado» o jóvenes «sin experiencia».
Sería bueno que los que dicen que los candidatos «del pasado» no deben retornar a la contienda política, recuerden que Víctor Paz Estenssoro fue cuatro veces presidente de Bolivia, Hernán Siles Suazo, dos, etc., etc.
Mejor no comentar sobre gobiernos de facto, ellos sin necesidad de ser o no ser del pasado histórico, se quedaron «nomás» por siete o más años.
En señal de grandeza de espíritu y claridad mental, quienes dicen que no quieren meterse con los del «pasado», deberían dar excusas por sus inapropiadas expresiones.
Lo que Bolivia requiere es que hayan presidentes y servidores públicos, honrados, idóneos, carismáticos, con principios y valores éticos, que cumplan el mandato de la Constitución y no se crean insustituibles, o mejores, cuando al repasar las páginas de la historia de Bolivia, encontramos hojas negras que nos impulsan a pensar, que mal hemos hecho para tener políticos, sean de izquierda, derecha o centro izquierda, tan alejados de la corrección, que dan ganas de mirar a otros horizontes.
A ver don Revilla y otros don, despierten, acaso creen que los bolivianos no tenemos memoria para recordar lo bueno, malo, de los gobernantes o servidores públicos.
Que el espíritu santo salve a vuestras eminencias retrógradas, decaídas.