Concluyó las campañas electorales que los diferentes frentes desarrollaron para inducir el voto, de manera que los electores tendrán cuatro días para meditar sobre la importancia de esta oportunidad clave, en la que será el ciudadano el que decida el futuro del país.
Los grupos radicales de izquierda y derecha, que solamente ven el panorama en blanco y negro, vaticinan desgracias ya se ganen unos u otros. Lo cierto es que los electores depositarán en las urnas su voto junto con la confianza que significa dar autoridad, poder y legitimidad para que los ganadores decidan sobre el destino de más de 12 millones de bolivianos.
Es doblemente importante esta decisión porque se la emite en momentos en que el país vive la mayor incertidumbre que se recuerde, tanto por los miles de contagios de coronavirus, como por las muertes y la destrucción de la economía. Al mismo tiempo, la guerra sucia de desinformación, las amenazas de desconocer los resultados de las elecciones, las advertencias de tomar el poder por la fuerza y sembrar nuevamente la violencia, generan mayor inseguridad y preocupación, poniendo en duda la pureza de las elecciones.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, afirmó que habrá transparencia en la entrega de información de las actas electorales desde el mismo 18 de octubre que comenzará el cómputo oficial. Explicó que los ciudadanos podrán ver las actas de sus mesas, y que el nuevo sistema de conteo rápido (Difusión de Resultados Preliminares) no contempla fotografía de las actas, para lograr máxima información y en menor tiempo. Ha habido observaciones por esta decisión ya que la fotografía de las actas en cito permitió contar con la principal prueba, que desenmascaró al fraude en las elecciones del año pasado. Para Romero incluir fotografías en el Direpre requiere un proceso de validación jurídica que deben hacer los Tribunales Electorales Departamentales (TED) o el TSE en el caso del voto en el exterior. En el caso de las localidades más alejadas, argumentó que las fotografías no podrían transmitirse simplemente por falta de internet.
El gobierno por su parte ha garantizado que los organismos de seguridad del Estado brindarán garantías para que la jornada electoral se efectúe con normalidad. Se anunció que los grupos de exaltados que pretendan alterar el orden serán sometidos a la Ley. Se emitió un instructivo nacional para que las gobernaciones amplíen el tiempo del auto de buen gobierno. Lamentablemente, algunas gobernaciones no atendieron la recomendación.
En La Paz, el auto de buen gobierno rige desde las 00:00 del viernes hasta el mediodía del lunes, en las 20 provincias y los 87 municipios. Están prohibidas las concentraciones y reuniones de cualquier índole. Además, en la jornada electoral no se puede trasladar electores, ni portar armas de fuego u objetos punzocortantes. Asimismo, se prohíbe la circulación de vehículos en el día de las elecciones, con excepción de los motorizados que se encuentren con autorización del Tribunal Electoral. La gobernación paceña desoyó el pedido del Gobierno para que las prohibiciones sean hasta 48 horas después de las elecciones, y argumenta que tomó la decisión en el marco de sus competencias establecidas en la Ley de Autonomías. Esperamos que, si se producen excesos y violencia, el gobernador asuma su responsabilidad y no se lave las manos. De todas maneras, confiemos en que la gran mayoría de la población quiere vivir en paz, jamás llamaría a una guerra civil ni a la violencia que convocan los grupos radicales, y por lo tanto se da garantías para que esta mayoría pueda ir a votar y hacer conocer su posición, que debe ser respetada. El poco tiempo que queda debe ser aprovechado por el elector para meditar sobre las consecuencias de entregar autoridad y poder a quienes estén en condiciones de trabajar por el país y no buscar llevar a la Patria por un sendero del que puede ser imposible retornar.
(*) Ex Presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz