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martes, marzo 26, 2024
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Chile planteó a Bolivia en 1975 «canje simultáneo de territorios»

Es decir, «una superficie compensatoria equivalente, como mínimo al área de tierra y mar cedida a Bolivia». El presidente Evo Morales, en forma reciente, dijo «a partir de la sentencia de la CIJ se restablecerá relaciones diplomáticas con Chile».

El dignatario de Estado también afirmó que el fallo de la CIJ, será «un triunfo», mientras que dirigentes de UD y analistas politólogos le recordaron que «hubieron varios anteriores restablecimientos diplomáticos que fracasaron, hay que esperar y no hablar de triunfos prematuramente».

Abogados del foro nacional manifestaron que los presidentes de facto de Bolivia, Cnl. Hugo Banzer Suárez y de Chile, Gral. Augusto Pinochet Ugarte, sostuvieron reunión en la frontera de ambos países, el 8 de febrero de 1975 durante el llamado «Abrazo de Charaña». Pinochet ofreció otorgar a Bolivia un corredor sin soberanía pero a cambio pidió se compense con extenso territorio boliviano.

Volver a dialogar no es novedad alguna

Los abogados DAEN. Ronald Torres Armas, Wenceslao Jáuregui, analistas constitucionalistas, señalaron: «Restablecer relaciones, internacionales, diplomáticas con Chile, no es novedad, por cuanto la historia nos recuerda que a partir del año 1904 la mayoría de los Presidentes de Bolivia, exigieron a Chile acepte otorgar una salida libre y soberana al océano Pacífico, las conversaciones fueron infructuosas, pero las relaciones comerciales van viento en popa hasta el presente».

Recordaron que el año 1962 se rompió relaciones, cuando Chile arbitrariamente desvió las aguas del rio «Lauca» que las detenta y usufructúa hasta la fecha.

Se reanudó relaciones diplomáticas el 8 de febrero de 1975, Chile ofreció un corredor sin soberanía y en compensación vasto territorio boliviano. El pueblo de Bolivia en todos sus sectores rechazó esa «felonía». Hugo Banzer Suárez, en 1978, rompió relaciones diplomáticas con Chile.

El acuerdo de Charaña de seis puntos contemplaba «la continuidad del diálogo en busca de una solución a la mediterraneidad de Bolivia y restablecía las relaciones diplomáticas entre ambos países a nivel de embajadores».

En el punto 4. «Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo, han resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno».

En el 5. «Los dos Presidentes han resuelto seguir desarrollando una política en favor de la armonía y el entendimiento para que, en un clima de cooperación, se encuentre en conjunto una fórmula de paz y progreso en nuestro continente».

En el 6. «Los Presidentes, para materializar los propósitos señalados en la presente declaración conjunta, han resuelto normalizar sus relaciones diplomáticas entre sus respectivos países al nivel de embajadores».

«Acta de Charaña, 8 de febrero de 1975».

Luego del acuerdo, el gobierno chileno designó a Rigoberto Díaz Gronow como su embajador en La Paz, mientras que Bolivia envió a Guillermo Gutiérrez Vea Murguía a la embajada en Santiago.

Propuestas de canje territorial

«Propuesta chilena de cesión territorial por un corredor al norte de Arica».

El 26 de agosto de 1975, el embajador Gutiérrez envió al gobierno chileno un memorándum con algunas de las posiciones de Bolivia, respecto al tipo de canje territorial, que planteaba dos peticiones: el corredor al norte de Arica y un enclave entre Pisagua e Iquique. El memorándum contenía los siguientes puntos:

«Cesión a Bolivia de una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite del radio urbano de Arica. El territorio se prolongaría al interior hasta la frontera boliviana, incluyendo el ferrocarril Arica-La Paz. Además, la adopción de un régimen autónomo para Bolivia en las operaciones de comercio exterior ejecutadas en el puerto de Arica.

Cesión de un territorio soberano a lo largo de 50 kilómetros de extensión por la costa y 15 kilómetros hacia el interior en una zona cercana a Iquique, Antofagasta o Pisagua».

El 19 de diciembre, el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Patricio Carvajal, respondió que aceptaba entrar en negociaciones con Bolivia con el fin de «alcanzar una solución adecuada, total y definitiva a la mediterraneidad de Bolivia». Además, Carvajal indicó que las negociaciones no alteraban lo establecido por el tratado de 1904 y que la propuesta era de «cesión del corredor», descartando cualquier «cesión de algún enclave hacia el sur» pues afectaría la continuidad del país.

Carvajal señaló que el corredor estaría configurado por el territorio enmarcado por el límite entre Chile y Perú por el norte y un límite por el sur definido como: la quebrada de Gallinazos y el borde norte superior de la quebrada del río Lluta (en forma que la carretera A-5 de Arica a Tambo Quemado quede en su totalidad en territorio chileno), hasta un punto al sur de la estación de Puquíos y luego una línea aproximadamente recta que pase por la cota 5.370 del cerro Nasahuento y se prolongue hasta el actual límite internacional de Chile con Bolivia.

La cesión incluiría el territorio terrestre ya descrito y el territorio marítimo ya comprendido entre los paralelos de los puntos extremos de la costa que se cedería (mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma submarina). La cesión estaría condicionada a un «canje simultáneo de territorios, es decir, una superficie compensatoria equivalente como mínimo al área de tierra y mar cedida a Bolivia», el cual podría ser «continuo o integrado por distintas porciones de territorio fronterizo».

Algunas disposiciones adicionales «incluían la libertad de uso de las aguas del río Lauca y la desmilitarización de la zona cedida a Bolivia. Las instalaciones estatales, como el aeropuerto de Chacalluta y el tramo del ferrocarril entre Arica y Visviri, serían adquiridas por Bolivia a precio de reposición, mientras que los derechos privados serían respetados. Los territorios canjeados no se podrían ceder a una tercera potencia y se reconocía el acuerdo como «solución plena y definitiva» de la mediterraneidad de Bolivia».

Perú, que debió ser consultado según las condiciones del Tratado de Lima de 1929, objetó la fórmula.

¿Qué ganaría Bolivia si la CIJ «obliga a negociar» a Chile?

Si la CIJ determinare en la sentencia «que Chile y Bolivia están obligados a negociar de buena fe», la espera de conclusión de negociaciones tardaría demasiado tiempo, muchos años, la situación se vería ciertamente difícil, porque tanto en Chile como en Bolivia, se tendría que convocar a referéndum para pronunciarse sobre «cesión de territorio» y «compensación».

De otra parte si el tema de «negociar» se refiere solo a Chile-Bolivia, ¿en qué quedaría el acuerdo firmado por Chile en 1929 con Perú, que le obliga a consultarle?

¿Por qué se volvió bilateral el caso, cuando la OEA emitió Resoluciones por las cuales indicó que el enclaustramiento de Bolivia es tema multilateral y no bilateral?

Demanda ante la CIJ mal planteada

El Dr. Carlos Chávez, docente de la UMSA, en declaración a medios televisivos afirmó que «de principio la demanda estaba mal planteada», por lo que «si la Corte Internacional de Justicia, no incluye en el fallo la expresión «soberanía», se volvería a dialogar con Chile y sus resultados, se tendría que consultar al Perú».
Una alocada frase del embajador Gutiérrez

Recordaron que el año 1976 el embajador, por entonces, de Bolivia ante Chile, Guillermo Gutiérrez Vea Munguía, al descender de un avión procedente de Chile, en el aeropuerto de El Alto, mostrando un maletín de mano dijo «Aquí traigo mar para Bolivia, aquí traigo mar para Bolivia», los bolivianos lo pusieron en ridículo y fue el hazmerreír en el mundo diplomático. Un gracioso y desgraciado fracaso total.

Ante pruebas aportadas, ojalá la CIJ determine que Chile en 2 meses de solución al enclaustramiento

Letrados bolivianos ante el anuncio que, el 1º de octubre de este año, se dará lectura a la sentencia de la CIJ, afirmaron: «Lo aconsejable es que antes de anunciar supuestos «triunfos», se debe esperar saber el contenido total, de los considerandos, del fallo de la CIJ de la Haya para no ingresar en especulaciones partidistas, políticas, que hacen mucho daño a la sensibilidad del pueblo, máxime en tratándose de un asunto muy importante para la vida nacional, ojala la CIJ determine que Chile en 2 meses dé solución al injusto enclaustramiento marítimo, de no ser así volveremos a estar a la voluntad de un diálogo ad eternun e infructuoso.

Cabe recordar, indicaron, que regímenes de facto, entre ellos de Pinochet y gobiernos constitucionales como de Allende, del partido socialista, Frei, del partido cristiano, Lagos, Bachelet, del partido comunista, Piñeira, del partido de derecha, todos tuvieron y tienen en Chile una línea de conducta vertical, en materia de Derecho Internacional Público y de sumisión a su Constitución Política del Estado».

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