El vicepresidente David Choquehuanca aseguró este jueves que el objetivo del Gobierno de Luis Arce es que la ONU escuche a la Ciencia sobre las propiedades benéficas para la salud de la hoja de coca, un bien «cultural y ancestral» de Bolivia, que reclaman poder comercializar e industrializar más allá de sus fronteras.
«Ningún país va a permitir que una convención atente contra su cultura, contra su soberanía», advirtió Choquehuanca en una entrevista con EFE en la Casa de América de Madrid, donde hoy presentó su libro «La geapolítica del bien vivir».
El vicepresidente de Bolivia hizo una parada en la capital española tras un viaje que le llevó a Viena para defender la despenalización de la hoja de coca, que permanece en el listado de estupefacientes de la ONU desde hace 60 años
La Convención Única de 1961 de Naciones Unidas sobre Estupefacientes «establece que la hoja de coca debe desaparecer en 25 años, pero no solo la hoja de coca debería hacerlo, también los que la ‘acullican’ (mascan en aymara) al penalizar esta práctica cultural y ancestral», explicó Choquehuanca.
«Nosotros somos parte de la hoja de coca, para nosotros es sagrada, es la madre de todas las plantas, nos alimenta, nos cura. Por eso con el (ex) presidente (Evo) Morales solicitamos la despenalización del masticado de coca y nos ha ido bien», dijo
Después de esa solicitud Bolivia salió de la convención de la ONU y regresó tiempo después, «pero esta vez con una reserva, haciendo respetar nuestra cultura», puntualizó el vicepresidente boliviano.
Comercializar la coca en el mundo
En Bolivia está permitido el cultivo legal de la coca, el masticado, la comercialización dentro del país, «pero no podemos comercializarla en el mundo», apuntó Choquehuanca.
Por eso, el Gobierno de Arce ha planteado a la comunidad internacional y a la ONU corregir «ese error histórico», que, según el vicepresidente, se cometió «por falta de información científica».
«Consideramos que se ha cometido un atentado y una injusticia con nuestros pueblos. Por eso ahora vamos a iniciar un proceso para que la convención pueda activar el mecanismo que desclasifique la hoja de coca. El presidente Arce enviará una carta al secretario general de Naciones Unidas que llevará ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ellos elaborarán un informe», explicó.
«También nos hemos reunido con los representantes de la OMS y han mostrado apertura», añadió Choquehuanca, quien se refirió a varias investigaciones de universidades europeas, de Estados Unidos y de Japón donde se reflejan las cualidades alimenticias y medicinales de la hoja de coca.
Apuntó también a unos laboratorios franceses que están interesados en su industrialización, «pero no pueden hacerlo porque (la hoja de coca) está en la lista de la ONU: «una vez que se desclasifique ya veremos nosotros cuál es el tratamiento que recomiendan los científicos. La solicitud la vamos a hacer a la luz de la ciencia».
«Y no solo será positivo para nuestra economía. También pensamos que si podemos sacar derivados que puedan usarse para la medicina, esto puede beneficiar a la humanidad», concluyó.
Acompañamiento de la comunidad internacional
Según Choquehuanca, la comunidad internacional está acompañando a Bolivia en este reclamo, y «necesita saber más sobre la hoja de coca. Estamos seguros de que van a seguir acompañándonos».
«No estamos proponiendo algo que está fuera de la norma, por eso es importante que la Ciencia se pronuncie», argumentó.
Los plazos para conseguirlo son largos, porque una vez activada la petición a la ONU ésta tiene que derivarlo a un grupo de expertos, «esto tiene que cocer».
«Nosotros vamos a seguir con nuestra campaña para que no se quede en la burocracia, que es el enemigo de todo. Tenemos que hacer seguimiento».