Debido a los conflictos sociales, que han generado un ambiente de incertidumbre en el fútbol boliviano, los clubes de la División Profesional tendrán que negociar con los jugadores una adenda en sus contratos por el tiempo que se prolongará el campeonato.
Por tratarse del año de la celebración de la Copa Mundial Qatar 2022, los equipos firmaron contratos con los futbolistas hasta mediados de noviembre, pero con el paro cívico indefinido en Santa Cruz, el final de este certamen de la División Profesional se prolongará más allá de lo previsto, tomando en cuenta que la FIFA dio la autorización para jugar en noviembre y diciembre.
«Sé que puede haber inconvenientes, porque la mayoría tiene que hacer adendas para cumplir medio mes o un mes más del campeonato», mencionó Sebastián Peña, presidente del club Blooming.
Los problemas que Peña ve en el horizonte tienen que ver con jugadores que «no quieran firmar esas adendas, porque tiene negociado su vinculación otro club o quieren irse a otro club o en el caso de los extranjeros irse a sus países finalizado su contrato».
Este no sería el caso de los celestes cruceños, ya que Peña confesó que su institución firmó contrato con los jugadores por toda la gestión. «El tema salarial se lo divide en 11 cuotas y la disponibilidad de sus servicios es hasta el 31 de diciembre», dijo en entrevista con el programa Los Más Buscados de Santa Cruz.
En caso de que el conflicto social se prolongue hasta noviembre, Peña indicó que está a favor de aplicar el artículo 34 del Reglamento de Campeonato, cuyo espíritu establece dar por concluido el torneo ante la imposibilidad de programar las restantes fechas y los premios serán distribuidos con base en la tabla acumulada.
En caso de darse esta figura de la conclusión forzada del certamen, Blooming quedaría como el dueño del cuarto y último boleto para jugar la Copa Sudamericana 2023 por su ubicación de octavo en el acumulado con 54 puntos, seis unidades por encima del inmediato perseguidor: Royal Pari.