Unos 350 casos por feminicidio permanecen en Bolivia sin sentencia en tanto que en otros se han dictado medidas de excarcelación en favor de los agresores, pese a que sobre estos hay una sentencia condenatoria que llega a los 30 años de prisión.
Existe «muy poco avance» de los procesos judiciales y la meta «es dar conclusión y tener sentencia en todos estos casos», declaró este miércoles a los medios la senadora del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) Patricia Arce, integrante de una comisión del Parlamento que atiende este asunto en Cochabamba.
Arce se refirió en concreto a unas 350 causas de violencia machista que no han llegado a sentencia y que se mantienen estancadas en la fase de investigación o de juicio mismo por mora procesal.
La comisión ha desarrollado reuniones con distintas instituciones como la Policía y la Fiscalía para seguir estas causas de violencia machista, al mismo tiempo que encara reuniones regionales para seguir los procesos.
«Estamos dando seguimiento de 822 casos solamente desde 2002», indicó Arce.
No obstante, la parlamentaria identificó que gran parte de los problemas o «cuello de botella» está en las apelaciones que la defensa de los agresores presenta después de que se dicta sentencia y que derivan en resoluciones de detención domiciliaria u otras medidas sustitutivas a la detención preventiva.
Desde el Parlamento también se busca establecer mecanismos para que las mujeres víctimas de violencia puedan tener un canal de denuncia directa desde sus hogares de manera que reciban el socorro de la Policía, esto mediante alianzas estratégicas interinstitucionales.
Un reporte reciente de la Fiscalía estableció que se han registrado 52 feminicidios en lo que va del año, mientras que los infanticidios suman catorce.
A principios de año, el Gobierno convocó a distintos sectores del país a que presenten propuestas para la modificación de una ley vigente desde 2013 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Ese proceso finalizó con la remisión de las propuestas al Senado, que aún debe encargarse de realizar los cambios necesarios para hacer esa norma más efectiva.
Bolivia está entre los países con mayor número de casos de violencia machista y feminicidios de América del Sur.