La Justicia boliviana condenó a seis años de prisión al acusado como narcotraficante Pedro Montenegro, buscado por Brasil desde 2015, en un juicio abreviado por falsificar su identidad, informaron ayer fuentes judiciales.
La juez Marianela Salazar dispuso que el hombre deberá cumplir su condena en el penal de Palmasola, en la ciudad oriental de Santa Cruz, dijo a los medios el abogado de Montenegro, Ariel Góngora.
La sentencia «ya se encuentra debidamente ejecutoriada», puesto que la Fiscalía y las instituciones estatales que le acusaron en este caso «han renunciado a la apelación», sostuvo el jurista.
Según Góngora, al existir esta sentencia «ejecutoriada», ya no se le puede extraditar a Brasil y «como ciudadano boliviano, él tampoco podía ser extraditado».
Por su parte, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, dijo a los medios que, a raíz de la sentencia, el Ministerio Público «se va a pronunciar sobre la procedencia de la extradición con efecto diferido».
«Es decir que luego de que se cumpla la condena que fue impuesta a Montenegro se debe dar curso a la extradición», indicó Lanchipa.
A principios del mes, la justicia boliviana aceptó que Montenegro se someta a un juicio abreviado por los supuestos delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado.
Pedro Montenegro, que era uno de los narcotraficantes más buscados, vivió desde 2009 en Bolivia con una identidad falsa que le sirvió para escapar de las autoridades, hasta que se entregó el pasado mayo.
Actualmente está procesado en Bolivia por los supuestos delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado, pero además tiene otro proceso por legitimación de sustancias ilícitas y otro por tráfico de sustancias controladas, aunque en este último no fue imputado aún.
Montenegro contaba con una orden de captura internacional ya que en Brasil se le buscaba desde 2015 por estar supuestamente involucrado en el envío de 1,3 toneladas de droga hacia Europa.
A fines de junio las autoridades judiciales bolivianas recibieron un pedido formal de extradición solicitado por Brasil.
El caso de Montenegro salió a luz luego de la remoción en marzo pasado del entonces comandante de la Policía boliviana, Rómulo Delgado, y un audio en el que el exjefe policial insinuó que su cambio se debía a una investigación suya contra varios jefes policiales en Santa Cruz.
A consecuencia de ello se difundieron varias fotografías de viajes de Montenegro al extranjero junto a los que se cree eran personas de su confianza, entre ellos algunos jefes de la Policía, empresarios y una exreina de belleza, lo que también salpicó a funcionarios judiciales.