Consciente o inconscientemente, todos tomamos decisiones que traen consecuencias para nuestras vidas y las de otras personas. El levantarnos a cierta hora, desayunar o no, planificar lo que se va a hacer durante la jornada, etc., son decisiones que tomamos cada dĆa.
Ā”CuĆ”ntas veces miramos al pasado aƱorando viejas glorias o arrepintiĆ©ndonos de no haber hecho lo que entonces pudimos hacer, y cuĆ”ntas otras vivimos preocupados por el futuro, ignorando que el pasado ya no lo podemos cambiar y que tal vez no logremos vivir ese incierto futuro!
ĀæSomos conscientes que lo que vivimos hoy es el fruto de las decisiones tomadas en el pasado, y que nuestro futuro lo estamos construyendo ahora, con buenas y malas decisiones?
Las buenas decisiones suelen traer buenas consecuencias; las malas decisiones solo empeoran las cosas, mientras que decisiones valientes y altruistas pueden impactar positivamente en nuestras vidas, asĆ como en las de otras personas, v.gr.: Si podemos perdonar, perdonemos; si tenemos la ocasiĆ³n de ayudar, ayudemos; si nos es dado el amar, amemos; tal vez no cambiemos el mundo, pero sin duda alguna afectaremos para bien a nuestro entorno mĆ”s Ćntimo.
La bĆŗsqueda de la realizaciĆ³n personal conlleva tambiĆ©n la toma de decisiones, peroā¦ ĀæquĆ© tal si ello tuviera que ver con la mejora de la calidad de vida de nuestro prĆ³jimo? En este duro tiempo que vivimos por la pandemia del coronavirus, llamados estamos a tomar las mejores decisiones.
Si Ud. no ha sido vĆctima del Covid-19, si su familia no ha sido directamente o indirectamente afectada, dĆ© gracias a Dios por ello. Pero si ha sido impactado por la enfermedad, la muerte, el dolor o un golpe a su economĆa por causa de este mal, aun asĆ, tome la decisiĆ³n de agradecer a Dios porque estĆ” vivo y puede tomar aĆŗn buenas decisiones.
Gran parte de la Humanidad enfrenta el terrible azote del Covid-19, pero si pese a todo el sufrimiento que estĆ” experimentando su esperanza estĆ” en tomar la equivocada decisiĆ³n de querer seguir haciendo lo mismo que antes -cuando este descalabro pase- entonces no habrĆ” superado con Ć©xito el examen; no habrĆ” asimilado la lecciĆ³n; ni aprendido que el poder, las riquezas, una buena posiciĆ³n, asĆ como el placer y la vida misma, son efĆmeros.
Es de esperar que tan terrible pandemia nos lleve a cambiar de perspectiva por nuestro propio bien; a darnos cuenta de lo vulnerables que somos, y a tomar la decisiĆ³n de mejorar como personas siendo mĆ”s humildes, solidarios y sensibles, en sumaā¦ Ā”mĆ”s humanos!
(*) Pastor – Santa Cruz