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jueves, marzo 28, 2024
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Decisiones poco meditadas

Una vez más se comprueba que en Bolivia mediante la presión puede conseguirse cualquier cosa, aunque sea irracional. El bloqueo de los transportistas en protesta por el intento de reinicio de operaciones del ferrocarril Arica-La Paz, priva al país de una ruta para acceder a un puerto chileno conforme al Tratado de 1904 y a acuerdos complementarios alcanzados por los reclamos de Bolivia para que Chile cumpla con el libre tránsito y la habilitación del ferrocarril. Es más, hace poco el gobierno anunció una nueva agenda de trabajo con el vecino país en la que se consigna precisamente el comercio y el transporte.

Las posiciones volubles de los gobiernos nacionales han hecho mucho daño al país, ofreciendo señales de inconstancia sobre asuntos de tanta importancia como el acceso a los puertos y las facilidades que el país reclama para las exportaciones. Oponerse a que el país cuente con una vía alternativa competitiva de transporte masivo de carga, representa una incoherencia con las necesidades y el sentido común; y la cuestión se agrava cuando el gobierno cede a una presión de esta naturaleza y priva a los exportadores de una alternativa viable para llevar los productos bolivianos a ultramar. Y el colmo de la irresponsabilidad se refleja en las expresiones de algunos funcionarios de justificar el pedido de los choferes y calificar al ferrocarril como producto de los gobiernos de Goni y de Áñez.

El Ferrocarril Arica-La Paz fue paralizado el año 2004 por varias razones, entre ellas, el incumplimiento de Chile al mantenimiento del tramo correspondiente a su territorio. También hubo descuido de la contraparte boliviana que no renovó los rieles instalados a comienzos del siglo pasado. Para colmo de males, la capitalización (privatización) determinada por el gobierno de Sánchez de Lozada, asestó el golpe de gracia a los ferrocarriles, dando lugar a que sean desmantelados en gran parte en el sector occidental. Desde ese momento hubo reclamos del pueblo boliviano por la recuperación de los ferrocarriles, y promesas del gobierno del MAS para recuperar los ferrocarriles, sin que se haya avanzado en esa promesa. Solamente hubo pedidos para el cumplimiento del Tratado de 1904 que establecían el libre tránsito y el mantenimiento del ferrocarril.

Como consecuencia de la demanda de Bolivia ante la CIJ, Chile trabajó en la rehabilitación del ferrocarril Arica-La Paz en el tramo de su territorio para dar la impresión de que cumplía el Tratado. En los últimos años, desde Bolivia también se efectuaron obras para la restitución de la ferrovía. Cuando finalmente se logra el objetivo y comienzan las pruebas piloto para establecer una restitución del servicio, se produce el bloqueo de los transportistas y el compromiso del gobierno para suspender las pruebas y el servicio.

Efectivamente, mediante acta firmada entre representantes del Ministerio de Obras Públicas y del transporte pesado, se determinó que la empresa Ferroviaria Andina S.A. suspenderá las pruebas piloto del ferrocarril Arica-La Paz, para que el sector movilizado levante todos los puntos de bloqueo en el país. La medida de presión de los afiliados a la Cámara Boliviana de Transporte Nacional e Internacional y la Asociación de Transporte Pesado Internacional se impuso con el argumento de que perjudicaría las fuentes de trabajo de los transportistas.

Durante cuatro días permanecieron bloqueadas diferentes carreteras de los departamentos de La Paz. Oruro y Cochabamba. También se interrumpió con arena y escombros un tramo de la vía férrea en Oruro, misma que fue desbloqueada por los trabajadores ferroviarios. Según publicaciones de prensa, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño informó que la Empresa Ferroviaria Andina S.A., mediante acta de un primer acuerdo del 12 de mayo, se comprometió de forma «libre y voluntaria» a suspender las actividades de la prueba piloto y operaciones de carga en el tramo Arica-La Paz. Nunca una decisión puede ser libre y voluntaria si es impuesta por la fuerza, mediante un bloqueo, aprovechando la debilidad de las autoridades.

Se acordó además la implementación de mesas de trabajo y realizar inspecciones para identificar los diferentes problemas de logística de transporte, carga nacional e internacional, y buscar soluciones técnicas concertadas. Las actividades de este acuerdo comenzarán en la primera quincena de junio de 2021. Y las incongruencias continúan, al haberse acordado, además, que el Gobierno y los sectores movilizados se comprometieron apoyar las acciones y estrategias que lleva adelante el Estado en la defensa de los intereses del pueblo boliviano, en virtud al Tratado de 1904. ¿Será posible apoyar las estrategias nacionales impidiendo las exportaciones por el ferrocarril motivo del conflicto?

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