El arresto del australiano Julian Assange, capturado por Scotland Yard en el interior de la Embajada de Ecuador en Londres, fue para el Gobierno del presidente LenĆn Moreno como librarse de Ā«una piedra en el zapatoĀ», aunque el camino parece seguir siendo pedregoso para el Ejecutivo ecuatoriano.
Y es que Moreno dejĆ³ el jueves sin asilo, lo que permitiĆ³ el arresto, y suspendiĆ³ la nacionalidad al fundador de WikiLeaks, quien ha sido pedido en extradiciĆ³n por Estados Unidos y lo quiere juzgar por piraterĆa informĆ”tica y conspiraciĆ³n para infiltrarse en sistemas del Gobierno.
El episodio levantĆ³ todo tipo de conjeturas sobre las supuestas intenciones que tendrĆa el Gobierno de Moreno para haber actuado de tal forma, en ese momento y sobre una persona a la que el paĆs le habĆa concedido asilo desde 2012 y acogido en su sede diplomĆ”tica.
AdemĆ”s, fue la administraciĆ³n de Moreno la que le concediĆ³ la nacionalidad ecuatoriana al australiano al que, ademĆ”s, intentĆ³ ubicarle como funcionario del paĆs en el Reino Unido, para liberarse del cautiverio de aƱos en una habitaciĆ³n de la Embajada.
El Gobierno ecuatoriano ha justificado su decisiĆ³n en que ha actuado apegado al derecho internacional, sobre todo a varios protocolos sobre asilo, y a un cĆ³digo de conducta con el que pretendiĆ³ regular su estadĆa en la sede diplomĆ”tica.
El jurista ecuatoriano Ramiro Aguilar no tiene dudas de que el derecho internacional asiste a la posiciĆ³n del Ejecutivo ecuatoriano, pues es una prerrogativa que tienen los Estados para acoger o no a extranjeros.
Para Ʃl, el asilo no es un derecho, sino una facultad de los gobiernos para otorgarle a quien considere, pero tambiƩn para retirarle de forma soberana y unilateral.
Sin embargo, Aguilar dijo que, segĆŗn la ConstituciĆ³n ecuatoriana, el Estado debĆa argumentar con justificaciones de peso el retiro, ya que la norma establece que Ā«todo acto del poder pĆŗblico tiene que estar motivadoĀ» de forma suficiente.
En este caso, la concesiĆ³n del asilo tuvo su motivaciĆ³n en la posibilidad de que Assange, requerido por la justicia sueca por casos de delitos sexuales que ya prescribieron o no avanzaron por estar asilado, podĆa haber sido extraditado a Estados Unidos, donde podĆa enfrentar la cadena perpetua o pena de muerte.
El retiro del asilo, ahora, ha sido argumentado sobre la base de un supuesto incumplimiento de normas bĆ”sicas de convivencia y de la intromisiĆ³n del australiano en temas internos de otros paĆses, pero tambiĆ©n de Ecuador, ya que WikiLeaks ha difundido informaciĆ³n sobre supuesta corrupciĆ³n que salpica al presidente Moreno.
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017), en cuya administraciĆ³n se concediĆ³ el asilo, ha calificado la decisiĆ³n de su sucesor como Ā«uno de los actos mĆ”s atroces fruto del servilismo, la vileza y la venganzaĀ».
Este es un Ā«crimen que la humanidad jamĆ”s olvidarĆ”Ā», agregĆ³ Correa desde BĆ©lgica, donde reside con su familia desde 2017.
Ecuador ha asegurado que, antes de poner fin a un asilo que consideraba ya insostenible, ha obtenido garantĆas de Gran BretaƱa de que Assange no serĆ” extraditado a ningĆŗn paĆs con Ā«pena de muerte o malos tratosĀ», en palabras del canciller JosĆ© Valencia.
Para Aguilar, el tema legal es diĆ”fano, el retiro del asilo es potestad del Estado que lo concede y comparĆ³ el caso Assange con el de VĆctor RaĆŗl Haya de la Torre, el lĆder aprista peruano que permaneciĆ³ refugiado en la Embajada de Colombia en Lima entre 1949 y 1954 y de donde saliĆ³ gracias a una gran presiĆ³n internacional.
Aguilar considera que la decisiĆ³n de Moreno no tiene tanto que ver con una aparente presiĆ³n de Estados Unidos, sino que, mĆ”s bien, obedece a la insistencia de grupos de la derecha polĆtica del paĆs que no han visto con buenos ojos el asilo al australiano.
AdemĆ”s, opinĆ³ que a muchos ecuatorianos les ha Ā«chocado la forma grotescaĀ» en la que Assange fue sacado de la Embajada en Londres.
Si a todo esto se suma, segĆŗn este analista, que el Gobierno de Moreno se verĆa forzado a dictar medidas de ajuste ligadas a un reciente acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los ingredientes podrĆan desatar en el futuro mediato una reacciĆ³n social dura para el Gobierno.
Para Paola PabĆ³n, una polĆtica ligada a Correa y que recientemente obtuvo en elecciones la prefectura de la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito, el caso Assange muestra la Ā«crisisĀ» a la que ha llegado Ecuador durante el Gobierno de Moreno.
Ella incluso habla de la potencial existencia de una Ā«crisis econĆ³mica, crisis social y crisis institucionalĀ», que podrĆan conjugar una Ā«tormenta perfectaĀ» en la polĆtica ecuatoriana.
SegĆŗn PabĆ³n, Assange es tambiĆ©n para los sectores progresistas un ejemplo de la Ā«resistenciaĀ» ante el resurgimiento del conservadurismo en la regiĆ³n.