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jueves, abril 25, 2024
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El efecto remesa: Ciudadanos globales como socorristas económicos del mundo en desarrollo

Este «efecto remesa» genera profundos beneficios para las economías en desarrollo, como la reducción de la pobreza y el aumento de la actividad económica.

Las transferencias internacionales de persona a persona (P2P), o remesas, enviadas por los ciudadanos globales a sus países de origen representan la mayor estructura de apoyo económico exterior para las economías en desarrollo. Según un nuevo informe de Oxford Economics encargado por Western Union (NYSE: WU), líder mundial en el movimiento de dinero transfronterizo en diversas divisas, las remesas han contribuido a atenuar el impacto económico de la pandemia, al aumentar la resiliencia de los países en desarrollo a lo largo de 2020 y convertirse en un posible salvavidas para la recuperación de 2021 y los próximos años.

Informe de Oxford Economics: The Remittance Effect: A Lifeline for Developing Economies Through the Pandemic and Into Recovery («El efecto remesa: Un salvavidas para las economías en desarrollo durante la pandemia y la recuperación») identifica varios fundamentos económicos y de consumo de remesas positivos que podrían apoyar una fortaleza inesperada en los flujos de remesas a los países en desarrollo en comparación con las previsiones del Banco Mundial sobre la desaceleración de 2021.

El informe afirma que las transferencias globales P2P a los países en desarrollo, que superaron el valor de la inversión directa extranjera en 2019: las transferencias P2P hacen llegar de manera rápida y eficiente el dinero directamente a los bolsillos de los individuos, que lo utilizan para financiar una amplia gama de actividades económicas. Además de ser motores de crecimiento, las transferencias P2P mejoran la conectividad al poner en contacto a personas de todo el mundo, de manera que contribuyen a la interdependencia económica, social y política interestatal, incluso cuando los gobiernos cierran las fronteras.

«La investigación arroja más luz sobre la resiliencia de esta red global de interconectividad financiera y confirma lo que Western Union ha evidenciado repetidamente: Las crisis hacen que la gente esté más decidida a ayudar a sus seres queridos», apuntaba Hikmet Ersek, presidente y director ejecutivo de Western Union

El Banco Mundial estima que la pandemia empujará a entre 88 y 115 millones de personas más a la pobreza extrema, y que el total podría aumentar hasta los 150 millones en 2021. El mundo en desarrollo, donde viven muchas de las personas más vulnerables a nivel económico, se enfrentará a las consecuencias más extremas.

Informe económico de Oxford: Datos clave

  1. Las remesas supusieron un consuelo esperanzador en un nublado 2020 para los países en desarrollo.
  • Los datos positivos para 2020 sobre las entradas de remesas de varios bancos centrales de los países receptores y los datos positivos sobre los beneficios de las principales empresas de transferencia de dinero, así como los datos de las encuestas que indican la resiliencia de los remitentes, que han mantenido una gran motivación para apoyar a sus familias y seres queridos en su país de origen, son los causantes del resultado potencial más positivo de lo esperado para las remesas en 2020.
  • Los lazos familiares y las economías en recuperación pueden resistir respecto a los flujos de remesas, de manera que superan potencialmente las previsiones del Banco Mundial para 2021.
  • Los resultados de las remesas para 2021 podrían situarse en un amplio rango entre un descenso y una vuelta a la tendencia de crecimiento anterior a la pandemia, ya que existe una gran incertidumbre en relación con las previsiones.
  • Es posible que se supere la previsión del Banco Mundial de una nueva desaceleración del 7,5 % en 2021. Según las previsiones del Banco Mundial, un descenso acumulado del 14 % a lo largo de 2020 y 2021 no tendría precedentes en la historia reciente de los flujos de remesas, que han mantenido una tendencia al alza año tras año.
  • Las remesas son el motor oculto de la conectividad mundial; las personas son los únicos responsables del movimiento masivo de capital a través de las fronteras del mundo.  
  • Las remesas se multiplican a través de la economía de un país con una aportación de 0,40 centavos del PIB por cada dólar que llega.
  • El multiplicador de 0,40 centavos es comparable o superior a algunas estimaciones del multiplicador de la inversión extranjera directa o la ayuda oficial al desarrollo.
    • Aplicado a los 548 000 millones de dólares de las entradas de remesas de los países en desarrollo en 2019, esto se traduce en un impacto directo en el PIB de estas economías de 219 000 millones de dólares.
    •  Las remesas tienen efectos a corto plazo en el producto nacional, ya que el gasto adicional se recibe como ingreso en otra parte de la economía. 
  • Las remesas representan un seguro social para los hogares de los países en desarrollo.
  • A nivel microeconómico, las remesas benefician a los hogares receptores de los países en desarrollo, ya que proporcionan una fuente de ingresos adicional que ayuda a financiar gastos básicos, reduce la incidencia de la pobreza extrema, los protege de las crisis económicas y apoya la inversión a largo plazo en asistencia sanitaria y educación.
  • El peso mundial de las remesas está infravalorado, a pesar de ser la mayor entrada de capital extranjero en los mercados en desarrollo (excluyendo las exportaciones).
  • Los flujos de remesas son indispensables para las economías en desarrollo, ya que triplican la ayuda oficial al desarrollo. Según el Banco Mundial, las remesas a los países en desarrollo ascendieron a 548 000 millones de dólares en 2019, superando a la inversión extranjera directa para convertirse en la mayor entrada de capital extranjero (excluyendo las exportaciones) en los mercados en desarrollo.
  •  Es fundamental realizar un estudio sólido del «multiplicador» de las remesas, ya que la modelización actual es inadecuada y subestima los efectos reales.
    • El «multiplicador» de las remesas es inferior a uno debido al impacto de las «fugas»: una parte de los fondos se ahorra o se utiliza para pagar la deuda (no se gasta), mientras que una gran parte del gasto en las economías en desarrollo se destina probablemente a bienes importados (por ejemplo, medicamentos). La falta de oportunidades de inversión en las economías en desarrollo también puede explicar por qué los flujos de remesas no suelen derivar en autodesarrollo.
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