Hace más de ocho años, manifestamos que pedir garantía de Bs 6.000, dinero para la adquisición de uniforme de cadete, espadín, obligar a trámites burocráticos estériles, exigir garantes, etc., etc., nada bueno podía traer.
En efecto, no es la primera vez que se denuncia actos de corrupción para el ingreso a la Anapol, quizá no precisamente por los y las jóvenes postulantes, sino por el entorno que los presiona de «todas formas» para luego recuperar dolosamente los dineros, muchas veces obtenidos por sus padres con préstamos y garantía de sus bienes.
Está muy mal, lo que acontece en la institución verde olivo, no son todos ni todas, los que por aferrarse al ingreso son motivo de aprovechamiento de personas inescrupulosas que no les conduele el porvenir de dichos jóvenes.
Para evitar esa clase de atentado contra el prestigio de la institución policial, de la economía y dignidad del postulante, sugerimos -reiteramos-, que en la convocatoria se debe hacer constar que el ingreso solo será con exámenes, uno escrito ante jurado externo académico y otro oral ante docentes de la Anapol supervisado por funcionarios de jerarquía del Ministerio de Justicia y de Gobierno.
Basta de exigir garantía de Bs 6.000 u 8.000, de trámites burocráticos, de pedir dinero para comprar uniforme.
Increíble pero cierto, si los futuros estudiantes de la Anapol serán servidores públicos uniformados, no es admisible se les obligue a trámites burocráticos, cuando bien se podría pedir: certificado de nacimiento, de antecedente personal, título de bachiller visado por Rectores de las diferentes Universidades, verificado por el Ministerio de Educación, libreta de haber efectuado curso de premilitar, garantía de sus padres de comportarse en forma responsable, digna, honesta, idónea, patriótica.
Solo así se podrá poner freno a eso de decir «pagué para ingresar a la Anapol, di garantía en moneda nacional, sufrí por trámites burocráticos, pague por el maletín y uniforme de cadete, estoy endeudado».
Si los futuros oficiales egresados de la Academia Policial servirán a la seguridad interna del Estado y deben combatir a la delincuencia organizada, al narcotráfico, etc., entonces por qué el Estado no les hace menos dificultoso el ingreso a quienes con y por vocación rindan exámenes ante jurados citados, otorgándole uniforme, maletín, espadín, pago de socorro para su transporte para días de salida a su hogar.
El Estado tiene el deber de preparar a los futuros oficiales, con todo pagado, para exigirles luego lealtad a la patria, honestidad y dignidad como servidores a la sociedad.
Eso de que hay más de 80 involucrados por la falsificación de exámenes, coimas en dólares, etc., entre ellos algunos oficiales de policía, que el ex Comandante General, Gral. Faustino Mendoza, sabía, le cae a este por su «descuido y vista chueca ante el avasallamiento de la corrupción al interior de la Policía».
Por de pronto, todos los involucrados deben comparecer ante jueces, ojalá honestos, para que se siente precedente y no se enlode a policías, suboficiales y oficiales dignos y honestos de la institución del orden.