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jueves, abril 18, 2024
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El gas natural en la vida nacional

El gobierno efectuó algunos anuncios alentadores sobre la política nacional de hidrocarburos, que permiten ver el futuro con algo de optimismo, pero al mismo tiempo hay factores preocupantes que hasta ahora permanecen en la penumbra. Se reveló el descubrimiento de depósitos de gas natural que se estima en 300 billones de pies cúbicos en Margarita Huacaya, (entre Chuquisaca y Tarija), con capacidad de producir «tres millones de metros cúbicos por día». Asimismo, se comprometió la realización de exploraciones para ubicar nuevos campos de hidrocarburos en diferentes lugares del país, y además de anuncia que se efectuarán modificaciones en las normas legales para intentar atraer inversiones extranjeras. Son buenas nuevas y debe confiarse en que esta vez se cumplan, y que sean una realidad y no propaganda como cuando se dijo que Bolivia estaba sobre un mar de petróleo.

En el caso del nuevo pozo perforado en el campo Margarita, será necesario que se den a conocer los detalles técnicos, pruebas y la certificación correspondiente que permita evaluar las potencialidades. Es necesario asegurar la capacidad de producción para definir las exportaciones y el cumplimiento a los requerimientos internos del país que han crecido notablemente. En los últimos tiempos el país se ha visto en la necesidad de reducir las exportaciones, y aun así ha tenido dificultades para cumplir los contratos de exportación, corriendo el riesgo de sanciones. La dificultad de honrar los compromisos especialmente con Argentina ha derivado en la firma, de cinco adendas dirigidas a reducir los volúmenes originalmente pactados. Actualmente se negocia una nueva adenda.

El agotamiento de los campos de gas y petróleo tradicionales es, desgraciadamente una realidad, y el descuido de los últimos 15 años para reponer las reservas está pasando una factura muy pesada para el país. Se ha tenido que aumentar las importaciones de crudo para cubrir las necesidades internas de gasolina y diésel. Y a este ritmo, se puede hacer realidad el pronóstico de Gas Energy Latin América (GELA), realizado hace tres años, proyectando que Bolivia podría llegar al déficit energético a partir de 2025, es decir, que las importaciones sean mayores que las exportaciones. Por ello el anuncio de haberse encontrado un depósito importante tiene relevancia, lo mismo que la búsqueda de nuevos campos. Pero para ello es imprescindible cambios en la base jurídica y las condiciones que actualmente existen en materia de hidrocarburos, que son desalentadoras para los inversionistas, además de que la tendencia actual se inclina por la energía más amigable con la naturaleza.

El otro anuncio positivo tiene que ver con la decisión del gobierno de modificar las leyes 3058 de Hidrocarburos y 767, de Promoción para la Inversión en Exploración y Explotación Hidrocarburífera. El actual gobierno anunció su intención de promover las inversiones en este sector de manera que lleguen empresas dispuestas a buscar petróleo y gas natural. Desde el año pasado se dijo que se buscarán nuevos mecanismos legales y financieros. En realidad el principal factor que impide la llegada de capitales frescos dispuestos a invertir en la búsqueda de gas y petróleo es la inseguridad jurídica a la que se ha llegado por efecto de las medidas de una supuesta nacionalización -que nunca fue tal- pero que quedó como amenaza para los capitales extranjeros. Es difícil lograr que empresas que encuentran óptimas condiciones en países vecinos y en otras latitudes se animen a llegar a Bolivia donde hay hostilidad hacia el capitalismo, además de condiciones desalentadoras por la tensión social, las huelgas, paros y la permanente confrontación política.

Otro factor de susceptibilidad es la decisión de que cualquier controversia con las empresas extranjeras se dilucide en Bolivia. Recordemos que el Centro de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones dejó de operar en nuestro país desde que el MAS llegó al poder. Ninguna empresa que cuide su capital se animaría a someter sus conflictos ante la justicia boliviana, más aún en estos momentos en los que el sistema judicial está en el banquillo de los acusados. La necesidad de modificar las condiciones para los contratos con las petroleras es de vital importancia, además de contemplar una serie de aspectos técnicos y jurídicos que garanticen a los inversionistas la posibilidad de trasladar dar sus utilidades al exterior, hecho que también se ve limitado por las normas nacionales. Finalmente hay otro factor de vital trascendencia que tiene que ver con la tendencia de las inversiones hacia la producción de energía limpia y los compromisos para reducir la producción de petróleo. La protección del medio ambiente es una limitante que en este momento no está tomado en cuenta, pero que a corto plazo cobrará una importancia decisiva. Este es un tema que tiene que dilucidarse lo antes posible, pese a que en este momento, el gas natural es base de la columna vertebral de la economía y de la matriz energética.

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