El Gobierno estima en unos mil millones de dólares el perjuicio a la economía del país por las protestas sociales contra el aplazamiento de las elecciones.
El ministro de Economía, Oscar Ortiz, dijo a los medios en La Paz que ese es el cálculo en función de que la economía boliviana «produce» por el equivalente a unos cien millones de dólares al día.
Las protestas se desarrollaron principalmente entre los pasados 3 a 14 de septiembre, en contra del nuevo aplazamiento de las elecciones del 6 de septiembre al 18 de octubre, con cortes de carreteras en su mayoría.
Solo estos cortes conllevaron un perjuicio económico para el país de cerca de millón y medio de dólares por daños en la infraestructura vial y peajes no cobrados en las dos semanas de protestas, según datos oficiales.
Además del coste de vuelos habilitados por el Gobierno para el transporte de insumos médicos y de alimentos.
A lo largo de estas dos semanas transportistas y productores de alimentos, entre otros sectores, advirtieron de pérdidas millonarias al no poder dar salida a la producción hacia los mercados, mientras en muchas ciudades escaseaban productos básicos o subían de precio.
Las manifestaciones fueron convocadas principalmente por la Central Obrera Boliviana y el llamado Pacto de Unidad, que agrupa a sindicatos de campesinos e indígenas considerados afines al expresidente Evo Morales, contra el nuevo aplazamiento de las elecciones por la pandemia de la COVID-19.
Las protestas se levantaron progresivamente tras la promulgación de una ley que establece que las elecciones pueden celebrarse «hasta» el 18 de octubre como máximo, dando margen para adelantarlas.
La estimación del Ejecutivo de esas pérdidas se produce en un momento en que el Banco Central de Bolivia prevé que la economía del país caiga este año un 6,2 por ciento y el Banco Mundial estima una caída de un 5,9 por ciento, como consecuencia de una crisis global por la pandemia de la COVID-19.