El Gobierno de Luis Arce confirmó este martes que la economía boliviana creció un 6,11 % el año pasado y destacó el aporte de la demanda interna en la recuperación tras la contracción sufrida en 2020, año marcado por la pandemia de la covid-19.
Las cifras fueron difundidas primero en un boletín de prensa del Instituto Nacional de Estadística (INE) y reiteradas en una rueda de prensa de la ministra de Planificación del Desarrollo, Gabriela Mendoza.
«El cierre del crecimiento de la actividad económica de Bolivia a diciembre de 2021 ha sido del orden de 6,11 %», destacó Mendoza.
Según la ministra, el indicador refleja que el país ha «vuelto a la senda del crecimiento económico» gracias a las medidas económicas y sociales aplicadas por el Gobierno de Arce.
También recordó que en 2020 se tuvo una contracción económica de -8,8 %, algo que no se había visto desde 1953.
Según el INE, las actividades económicas que registraron los mayores crecimientos el año pasado fueron la minería, el transporte y almacenamiento y la construcción.
El área minera creció en 37,68 % impulsada por el desarrollo de la producción de zinc en 39,32 % por una «mayor demanda externa y los precios internacionales favorables», señala el boletín del INE.
La actividad de transporte y almacenamiento tuvo una variación positiva de 21,80 % «como resultado de la reactivación económica y la eliminación de las restricciones» que rigieron en 2020 por la pandemia, agregó la entidad estatal.
Mientras que la construcción creció en 17,89 %, según el INE, por un «impulso» dado desde la inversión pública.
La ministra Mendoza resaltó por su parte que la demanda interna incidió «de mayor manera» en el desarrollo del producto interno bruto (PIB) al pasar de -11,7 % en 2020 a 9,2 % el año pasado.
También destacó que el 6,11 % supera las proyecciones de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM).
Para este año se proyecta un crecimiento del PIB de 5,1 %, un déficit fiscal de 8,5 % y una inflación de 3,3 %, cifras ratificadas en el Programa Fiscal-Financiero para esta gestión que firmaron en esta jornada el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, y el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas.