El Gobierno anunció este viernes, con ocasión del Día Internacional del Trabajo, un plan para generar «empleo masivo» a partir de junio y con ello al menos 600.000 empleos.
En un mensaje televisivo, en el que felicitó a los trabajadores del país, la presidenta Jeanine Áñez detalló que este plan apostará por desarrollar actividades en la «construcción» y la «manufactura» para beneficiar a 600.000 personas de manera «directa e indirecta».
Una parte de las obras que piensa encarar son algunas de salud, construyendo nueva infraestructura o retomando aquellas que por diversas razones quedaron inconclusas, además de mejorar los barrios de las ciudades con aceras, adoquinado, alcantarillados o mantenimiento de canales, entre otras.
Así como en las ciudades el plan propone «crear empleo en las áreas rurales», mediante la construcción de muros de contención o canalizaciones.
La presidenta señaló que la contratación de personal en las ciudades y el campo tomará en cuenta a los vecinos de los barrios y de las comunidades rurales, respectivamente, aunque no brindó detalles de la inversión que planea presupuestar.
Además, Áñez anunció que parte de su plan buscará «impulsar la agropecuaria» boliviana, mediante «nuevas tecnologías» como el mejoramiento genético de especies de ganado y «para la agricultura».
En relación a la Central Obrera Boliviana (COB), Áñez aseguró que su Gobierno «tiene las puertas abiertas» para comenzar a trabajar una «agenda común» en base al pliego de peticiones de ese sindicato, que debido a la crisis por la Covid-19 se ha ido postergando.
A diferencia de los años anteriores, Áñez no dictaminó ningún porcentaje de incremento salarial, que en las gestiones anteriores debía ser mayor a los de la inflación precedente.
Este viernes la COB, organización máxima de los trabajadores asalariados, emitió un pronunciamiento en el que aseguró que no tiene «nada que festejar» en esta fecha, en la que tampoco hubo las típicas marchas conmemorativas.
Las medidas de empleo masivo como la presentada por Áñez ya fueron asumidas anteriormente por algunos Gobiernos, como el Plan Nacional de Empleo de Emergencia en 2002 y las versiones del plan «Mi Bario, mi hogar» que encaró Evo Morales en los últimos años mediante fondos concursables.