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martes, abril 23, 2024
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Elecciones en tres países andinos

Tres países latinoamericanos acudieron a las urnas el domingo en medio de la pandemia que en este momento eleva los contagios y se llevó la vida de miles de ciudadanos, mientras la esperanza de las vacunas encuentra dificultades para su aplicación masiva. Sin duda hay una crisis política, social y de salud pública en la región que influye de manera determinante en la voluntad ciudadana. Coincidentemente, fueron los tres países fundadores del Grupo Andino, los que desarrollaron estos comicios que tienen factores comunes en sus problemas que se originan en las influencias políticas socializantes de los últimos 15 años.

En Bolivia cuatro departamentos eligieron a sus gobernadores en una disputada segunda vuelta electoral que felizmente se desarrolló sin grandes contratiempos, aunque con algunas denuncias de irregularidades y los riesgos de reactivar los contagios del coronavirus. En Ecuador la disputa por el poder también se realizó en una segunda vuelta entre las agrupaciones de izquierda y fuerzas conservadoras que resultaron las más votadas en la primera vuelta. Perú acudió a las urnas para elegir a un presidente entre 18 candidatos, siete de ellos contagiados.

En Bolivia los electores de cuatro departamentos, intentando protegerse del coronavirus, eligieron a sus gobernadores después que en la primera vuelta ninguno logró los votos necesarios. La importancia de esta elección radica en que puede modificar la correlación de fuerzas entre el oficialismo y la oposición a nivel regional. De acuerdo a los informes del Órgano Electoral, los comicios se desarrollaron con normalidad y no se registraron problemas graves, aunque si denuncias de irregularidades y nuevamente demoras en la apertura de las mesas de sufragio. Los resultados oficiales se conocerán hasta el viernes. Según la evaluación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) las elecciones se desarrollaron con normalidad en los cuatro departamentos, aunque el presidente del TSE Salvador Romero reconoció que la participación ciudadana fue «ligeramente inferior» en relación a la primera vuelta. De todas maneras, sostuvo que la concurrencia de electores estuvo «dentro de los rangos que pueden considerarse satisfactorios para la democracia».

En Ecuador cerca de 13 millones de electores acudieron a elegir a su próximo presidente. Compitieron los candidatos Andrés Arauz, el delfín del expresidente Correa, que responde a la línea del socialismo del siglo XXI, y Guillermo Lasso, un político conservador que participó anteriormente en varias elecciones. Ambos fueron los que lograron el mayor caudal de votos en la primera vuelta efectuada el 7 de febrero pasado. Arauz obtuvo el 32,72% de los votos y Lasso 19.74%. Los resultados oficiales de estas elecciones se darán a conocer hasta el martes, en medio de una tensión política y social agravada por la crisis económica, la pandemia y el activismo de varios sectores entre ellos de los campesinos, que recuperaron un fuerte protagonismo. Evidentemente, el candidato indígena Yaku Pérez, del partido Pachakutik, opositor a la corriente de Correa, ascendió como una fuerza importante que puede inclinar la correlación política en el parlamento. Cualquiera que resulte ganador tendrá un Congreso adverso con el que deberá negociar con Pachakutik, que logró el segundo lugar en las legislativas celebradas en febrero por detrás de la Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz. Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, tendrá una representación minoritaria.

En Perú las elecciones encontraron más problemas que en cualquier otro país, ya que confluyó la crisis política con la recesión económica, la pandemia de coronavirus y una atomización electoral con 18 candidatos a la Presidencia que no lograron el apoyo suficiente, según los datos preliminares, por lo que tendrá que efectuarse una segunda vuelta en junio próximo, aunque los resultados oficiales se conocerán entre martes y miércoles. En estos comicios se eligieron también a los miembros del Congreso unicameral de 130 miembros. No se atendieron los pedidos de postergación, y los comicios se llevaron adelante en medio de evidentes deficiencias de salubridad. Seguramente pesaron en el ánimo de los electores las más de 54 mil muertes por covid-19, y la secuela de denuncias de corrupción y descontento político que derivaron en juicios a por lo menos siete expresidentes, entre ellos uno se suicidó. La crisis política es de tal magnitud que en un mes se cambió a tres presidentes.

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