Los bolivianos acudirán hoy a las urnas para elegir al nuevo Presidente del Estado, al Vicepresidente, senadores y diputados de la Asamblea Legislativa, en unas alecciones del más alto interés nacional e internacional, por su significado para el sostenimiento democrático interno y de la región. Sin duda el pueblo boliviano ha demostrado madurez democrática y en todos los niveles sociales es consciente del poder del voto, pero precisamente por esa responsabilidad, hoy más que nunca cada ciudadano tiene que ser un defensor del derecho a ejercer con plenitud su libertad de decidir, protegiendo el secreto del voto.
Seguramente los electores ya han meditado sobre la importancia crucial de esta decisión histórica, que compromete el destino de todo el país. Todo ciudadano mayor de 18 años tiene el deber de acudir a las urnas. Ojalá que todos los candidatos estén imbuidos de propósitos sanos, que sus intenciones sean honestas, y estén en capacidad para gobernar Bolivia. Se trata de una gran responsabilidad que asumen hoy candidatos y electores.
El padrón electoral para estos comicios ha sido incrementado en más de un millón de personas respecto a las elecciones de hace cinco años, en una proporción mayor al crecimiento población, hecho que ha generado susceptibilidades. Se habilitó para que puedan votar a siete millones 315 mil 364 ciudadanos. Las personas habilitadas para votar en el exterior alcanzan a 341 mil, la mayoría radicados en Argentina, Brasil, Estados Unidos y España. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) habilitó 34 mil 558 mesas de votación. Asimismo, se cuenta con cinco mil 301 recintos de votación en el país y 3.655 asientos electorales. Un asiento electoral es el lugar o punto geográfico determinado, pudiendo ser ciudad capital, ciudad intermedia o localidad, en el que se establecen el servicio o facilitaciones físicas y legales necesarias para el ejercicio del sufragio, compuesto por notarías electorales, recintos electorales y mesas.
Un total de 235 observadores internacionales de organismos internacionales, misiones diplomáticas y de varios países estarán atentos a lo que ocurre, para informar a sus respectivas entidades y representaciones. La Organización de Estados Americanos (OEA) contará con una delegación de 92 personas y la cabeza de la misión es el ex canciller de Costa Rica Manuel González Sáenz; llegaron dos expertas en temas electorales de la Unión Europea (UE), 22 de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), dos euro-parlamentarios, 9 miembros del gobierno de Gran Bretaña, 22 del Observatorio de la Democracia del Parlamento del Mercosur (ODPM) y 97 diplomáticos de las embajadas y consulados. El artículo 253 de la Ley de Régimen Electoral establece que las misiones de acompañamiento electoral tienen por objeto contribuir a la transparencia de la administración y gestión de los procesos electorales, referendos y revocatorias de mandato.
El director de la empresa Neotec, que opera para el TSE, Marcel Guzmán de Rojas, aseguró que la población podrá conocer los resultados preliminares de la votación al 90% el mismo día de las elecciones. El responsable indicó que el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) tiene la capacidad de procesar 34.000 actas en un promedio de dos horas. Por otra parte, la iniciativa impulsada por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Fundación Jubileo en el programa «Tu voto cuenta», presentará, a partir de las 20:00, los resultados a través de un conteo rápido que se proyectará en base a los resultados en mesas de 231 municipios de las áreas rural y urbana del país.
Los diferentes partidos, mediante sus delegados también transmitirán actas al cierre del conteo de votos para tener un mejor control. Ciudadanos voluntarios fueron capacitados también para colaborar, participando en el conteo de votos, fotografiando los resultados en las pizarras y certificar las actas al momento de ser firmadas. Ojalá las autoridades nacionales y los miembros del Órgano Electoral, estén a la altura de la forma como el pueblo participa, exponiendo no solamente interés y cumplimiento de un deber cívico y político, sino demostrando responsabilidad frente a un hecho trascendental como es elegir a quienes gobernarán el país en los próximos cinco años.