El fiscal departamental de Santa Cruz, Mirael Salguero, informó ayer que la autoridad jurisdiccional determinó la detención preventiva en el penal de Palmasola, para Walter M. V. por los delitos de infanticidio y feminicidio cometidos al asesinar a sus cuatro hijos.
«Les di raticida a los cuatro, pero no les pasó nada y tuve que utilizar un cuchillo para acabarlos», confesó Walter M.V. a la policía tras haber asesinado a sus dos hijos y dos hijastras, una adolescente de 15 años y tres niños, en Warnes Santa Cruz.
El fiscal Salguero explicó que debido al estado de salud del imputado la audiencia de medidas cautelares se desarrolló en el Hospital San Juan de Dios, donde el Ministerio Público presentó todos los elementos de convicción que prueban la comisión de delito del imputado.
A la conclusión de la audiencia, Guadalupe Abelo, madre de los menores señaló «solo quiero justicia porque ese no tiene perdón de Dios, exijo justicia».
Por su parte, el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Paul Saavedra, aseguró que colectaron el cuchillo que se usó para el crimen y esperan los resultados toxicológicos que le practicaron al imputado.
Refirió que el sindicado no mostró arrepentimiento por el múltiple crimen, tampoco pidió perdón a los familiares.
El hecho luctuoso
Según el cuaderno de investigación, el 30 de agosto, aproximadamente a las 17:00 Walter M. V., primero dio de comer pescado impregnado de raticida a sus cuatro hijos y, posteriormente, en diferentes lugares de su casa procedió a apuñalarlos uno por uno en la zona del tórax provocándoles la muerte inmediata a los tres niños de 9, 5 y 3 años de edad.
Posteriormente ingresó a la habitación de su hija de 15 años y procedió a apuñalarla, en su defensa la menor logró golpear al ahora detenido con una botella, pero no logró vencerlo y perdió la vida.
Luego del hecho, el sospechoso junto a las camas colocó los cuerpos de los menores tapándolos con una colcha como si estuvieran dormidos.
Finalmente, grabó un video en el que relató cómo había cometido el hecho y explicó el motivo que, según dijo, fue el pedido que le hizo su esposa de separarse y el anuncio de llevarse a sus hijos a vivir a la ciudad de Santa Cruz.
Después, el padre intentó suicidarse de varias formas, usó el mismo cuchillo para acabar con su vida, se hizo pasar corriente con un cable, tomó clavos pequeños y decidió lanzarse del puente, pero ninguno le dio resultado.
«Ella (la madre) se los iba a llevar a vivir lejos y no me iba dejar verlos», señaló en su intento de justificar su delito.
En las investigaciones se demostró que la pareja vivía en constantes discusiones, problemas de celos al punto de querer separarse.
Abelo, madre de las víctimas, en total desasosiego indicó que su esposo acabó con la vida de sus hijos en represalia contra ella tras haberle pedido que se ponga a trabajar porque de lo contrario lo iba a abandonar y quitar a sus hijos.
«Yo a mis hijos los estaba haciendo estudiar. El no puso ni un peso», remarcó.
Ahora, «pido justicia, la pena máxima. No tiene perdón», clamó.