El Gobierno de Luis Arce sostuvo este jueves que el despliegue militar de Chile en sus fronteras con Bolivia y Perú «no afecta» el tránsito de los bolivianos hacia ese país, aunque también expresó su preocupación por la demora en la atención para el paso de transportistas y viajeros en algunos puntos fronterizos.
«Esto no afecta en la migración regular de los ciudadanos bolivianos de nuestro país que desean viajar a Chile», recalcó el viceministro de Relaciones Exteriores, Freddy Mamani Machaca, en una conferencia de prensa.
El viceministro señaló que tuvo una reunión con el cónsul de Chile en Bolivia, Fernando Velasco, el pasado martes para que puedan «aclarar» los «alcances» del decreto supremo de Chile para el despliegue militar en las fronteras por 90 días.
Mamani Machaca aseguró que manifestó su «preocupación» por el incremento del flujo de personas en la frontera que está ocasionando largas filas y demora en la atención de los viajeros y de los transportistas que mueven carga boliviana desde y hacia los puertos del norte chileno.
Por ello se está trabajando para incrementar los horarios de atención y agilizar el flujo migratorio.
«Se están realizando las gestiones necesarias para que en el lado chileno las autoridades migratorias puedan incrementar el horario y el personal para la atención de la ciudadanía y así evitar cualquier situación que se pueda dar», indicó el vicecanciller.
A su turno, la viceministra de Gestión Interinstitucional y Consular, Eva Chuquimia, señaló que cualquier boliviano que tenga algún inconveniente puede acudir a los consulados de Bolivia en las ciudades chilenas de Arica, Iquique, Calama y Santiago.
El pasado 27 de febrero Chile inició un despliegue militar en puntos críticos en la frontera con Perú y Bolivia, una medida que durará 90 días y que busca aumentar el control del ingreso irregular de personas migrantes que afecta la zona.
La medida se aplica en zonas consideradas críticas de la frontera norte de Chile, en las regiones de Arica, Parinacota, Antofagasta y Tarapacá.