El boliviano Hugo Dellien firmó este domingo en París su victoria más «especial», al derrotar en la primera ronda de Roland Garros al austríaco Dominic Thiem, dos veces finalista en París y ganador de un Abierto de Estados Unidos.
«Es una victoria muy especial, venía jugando con jugadores de nombre, que están bien en el ránking, jugando partidos muy duros, pero no les ganaba. Me faltaba el pasito de poder ganarles. Ganar a Thiem es un paso importante en mi carrera», indicó tras imponerse por 6-3, 6-2 y 6-4 en 2 horas y un minuto.
Es cierto que Dellien afrontó a un rival mermado, que encadena once derrotas consecutivas y que ha caído hasta el puesto 194 del ránking, pero eso no le quita ilusión.
«Estoy feliz de haber jugado un gran partido, Dominic no está en un nivel tan alto como solía estar, pero hay que ganarle, tiene nombre, ha hecho cosas importantes en este torneo y en otros Grand Slam. Había que jugar bien, no te regala el partido, la idea es jugar sólido, aprovechar las oportunidades y lo pude hacer», dijo.
«Todos los partidos iban muy igualados, sentía que si no estaba concentrado en cada punto se me podía escapar. Son jugadores que, jugando mal pueden recuperar su buen tenis, hay que estar firmes en todo momento», agregó.
Dellien conoce bien a Thiem, con quien jugó dobles juniors en Roland Garros y le quiso mandar un mensaje de ánimo, de confianza en que con trabajo recuperará el nivel del pasado.
El partido tuvo lugar en la pista Simone Mathieu, la tercera en importancia de Roland Garros, la misma en la que hace dos años cayó en primera ronda contra el griego Stefanos Tsitsipas, en parte a causa de un esguince de tobillo.
«Es una cancha muy especial para mí, jugué hace un par de años contra Tsitsipas, es una cancha muy linda y con público lo es mucho más. Aquel partido fue lindo y feo. Fue un gran partido, pero me lesioné, un esguince de tobillo, sentía que aquel partido podía ganarlo, gané el primer set lesionado y luego hice lo que pude, fue un gran partido», dijo el 87 del ránking.
«Volver ahí fue un recuerdo lindo, estaban mi papá y mi mamá y primos, era la primera vez que iban a un Grand Slam. Volver a reencontrarme con mis amigos en el mismo lugar donde estaban sentados, fue algo lindo», agregó.
En esta ocasión le acompañaba su mujer y su hija, además de otros familiares y amigos de su infancia en Bolivia, que ve poco desde que se instaló en Buenos Aires.
El boliviano no quiere marcarse metas, reconoce que es el Roland Garros que afronta en mejores condiciones, pero prefiere disfrutar de lo logrado y darse al cien por cien.
Su siguiente rival será el ruso Karn Khachanov, verdugo del portugués Nuno Borges, procedente de la fase previa, por 6-3, 2-6, 6-4 y 6-4.