Ciudadanos bolivianos conscientes, respetuosos del derecho de los pueblos libres, independientes, soberanos, repudiaron y rechazan el accionar del diputado chileno Jorge Tarud y su insidiosa injerencia en polĆtica interna de Bolivia.
La declaraciĆ³n de Jorge Tarud, al decir que el caso Quirobax denota Ā«discrepancia entre el gobierno de Evo Morales y el vocero de Bolivia ante la Haya y que solo era para la fotoĀ», es supina injerencia, el diputado deberĆa respetar el derecho ajeno, de pueblos vecinos al suyo, no imitar la ignorancia del derecho internacional pĆŗblico y de servicio exterior en que incurrieron otros ciudadanos chilenos.
Esa preocupaciĆ³n, por temas internos de Bolivia, de un servidor pĆŗblico chileno, mereciĆ³ los peores adjetivos en su contra por parte de diputados del MAS, por cuanto el caso Quirobax nada tiene que ver con el caso de la demanda marĆtima ante la Haya.
Debemos considerar que la expresiĆ³n Ā«fue para la fotoĀ», es universal nadie lo niega, los hechos lo demuestran, pero en boca de un diputado chileno, que ademĆ”s intenta conectarla a la demanda marĆtima, cobra cierta relevancia porque denota que no tiene el mĆnimo de respeto por el tratamiento que pudiera darse entre gobernantes y gobernados en Bolivia, es injerencia intolerable que la CancillerĆa debe representar y pedir explicaciones y por ende exigir que el sĆŗbdito chileno se retracte.
En mĆ©rito al repudio de parlamentarios del MAS a la injerencia de Tarud, los servidores pĆŗblicos de Bolivia deberĆan tener presente no inmiscuirse en asuntos internos que toca a otros paĆses, por ejemplo del Brasil, en el caso de Lula Da Silva, que es enjuiciado por corrupciĆ³n y tiene sentencia ejecutoriada de 12 aƱos de cĆ”rcel, dictada por los Tribunales de Justicia de esa naciĆ³n, libre e independiente, en el caso de Venezuela, Nicaragua, donde se evidencia violaciĆ³n a derechos fundamentales de las personas, si Tarud comete injerencia por inmiscuirse en temas de Bolivia, lo correcto es que nuestros gobernantes no se inmiscuyan en asuntos internos de otros paĆses.
Reprochable, desde todo Ć”mbito internacional pĆŗblico y de servicio exterior, la declaraciĆ³n del diputado chileno Jorge Tarud que intenta deslumbrar al pueblo chileno con el fin de cobrar vigencia como parlamentario muy venido a menos.
La demanda presentada ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, no requiere de un solo vocero, por cuanto todos los bolivianos somos voceros desde los sitiales en que nos encontremos, sea en Bolivia o como residentes en otras naciones.
A quĆ© teme el disociador, Bolivia en el petitorio pide que la CIJ de la Haya Ā«exija a Chile a negociar de buena feĀ» sobre el derecho marĆtimo que asiste a nuestra patria. Tarud debe preocuparse de asuntos internos de su paĆs que rebasan negativamente a nivel internacional.