El presidente Evo Morales entregó ayer una vivienda social a la boliviana Julia Flores Colque, considerada una de las personas más longevas del mundo con 118 años, que vive en el municipio de Sacaba, distante a 13 km de la ciudad de Cochabamba.
La vivienda se encuentra en el municipio de Sacaba, en la región central de Cochabamba, donde vive Flores, a quien cariñosamente suelen llamar Mamá Julia.
Morales explicó que había pedido al Ministerio de la Presidencia gestionar la entrega «de una pequeña vivienda» a Flores, que cumplirá 119 años el próximo 26 de octubre.
«Casualmente hemos nacido en la misma fecha, el 26 de octubre», resaltó el gobernante, que ese día cumplirá 60 años.
«Estamos dotando una pequeña vivienda a la hermana más longeva de Bolivia, un pequeño aporte», agregó.
Mamá Julia, nacida el 26 de octubre de 1900 en Potosí, vive en Sacaba, una ciudad cercana a Cochabamba. Según datos oficiales, nunca se casó, vivió como peón de hacienda y comerciante, y es aún una intérprete del charango y la tarka, además de una amante de los animales.
Su cuidado está a cargo de una sobrina.
El año pasado en su cumpleaños se planteó la postulación al récord Guinness como la mujer más anciana del planeta.
El Grupo de Investigación en Gerontología (GRG, en sus siglas en inglés) no incluye a la boliviana en su listado, que encabeza la japonesa Kane Tanaka con 116 años, entre un total de 33 personas en todo el mundo con más de 112.
Julia Flores, que solo habla quechua, es conocida en Bolivia y el exterior por su jovialidad, con una imagen típica suya tocando el charango, un instrumento andino de cuerdas similar a una pequeña guitarra, rodeada de sus perros y gatos.
La centenaria, aunque es amante de refrescos y dulces, lleva una alimentación natural con productos como papas, maíz y carne, y habitualmente suele gozar de buena salud.
Morales pidió a los familiares de Flores que le cuiden, pues la mujer «es un símbolo de la familia».
«Es importante saber qué come para vivir tanto, hay que hacer una investigación profunda», bromeó el mandatario.
La casa que le entregó el Gobierno se construyó dentro de un programa estatal para dotar de viviendas sociales a las personas más pobres del país, según Morales.
La unidad habitacional entregada fue construida con una inversión de más de 108.000 bolivianos en una superficie de más de 51 metros cuadrados y cuenta con dos dormitorios, cocina y baño, entre otras dependencias.
Este programa está pensado para asistir a familias numerosas y sobre todo a madres solteras con más de dos hijos, añadió.