La pandemia de la COVID-19 también afecta a la Iglesia Católica, que este miércoles perdió al obispo Eugenio Scarpellini, nacido en Italia y que fue coordinador de las Pontificias Obras Misionales en América.
La Iglesia Católica comunicó que Scarpellini, obispo de El Alto, «falleció tras el contagio de COVID-19», en el Hospital Sagrado Corazón de esta ciudad.
El prelado llevaba varios días internado en este hospital de El Alto donde sufrió «dos paros cardíacos y los médicos no pudieron hacer nada», según un comunicado de la Iglesia.
La presidenta Jeanine Áñez lamentó el fallecimiento de Scarpellini, de quien recordó su «excelente labor pastoral que es digna de ejemplo», en un mensaje en redes sociales.
Otros mensajes de pésame fueron igualmente transmitidos por la presidenta del Senado, Eva Copa, y los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, quienes destacaron el compromiso del obispo fallecido con Bolivia, su contribución al diálogo social y político en el país y su ayuda para los más humildes.
Áñez y Copa están aisladas en sus residencias al padecer el nuevo coronavirus, que golpea ahora también a la Iglesia además de la clase política, con varios ministros del Gobierno y parlamentarios contagiados, uno fallecido con sospechas de la enfermedad.
Eugenio Scarpellini nació en 1954 en Italia, donde fue ordenado sacerdote en 1978 y en 1988 llegó como misionero a Bolivia.
En 2006 fue nombrado coordinador de las Pontificias Obras Misionales en toda América, en 2012 secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana y en 2013 como obispo de la Diócesis de El Alto por el papa Francisco.
Bolivia reporta 1.898 fallecidos y 50.867 casos confirmados de COVID-19, en un país de unos once millones de habitantes, por lo que según distintos estudios está entre los más afectados por la pandemia en comparación a su población.