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martes, abril 23, 2024
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La deficiente calidad educativa

La educación en Bolivia está muy por debajo de los niveles de calidad de los países de la región, de acuerdo a los indicadores de desarrollo Humano. Para nadie es un secreto el bajo nivel de la educación y los problemas que existen, pese a que la Constitución Política del Estado considera a la educación como la principal responsabilidad económica del Estado. El presidente Luis Arce, reconoció las fallas en el sistema educativo, y sostuvo que uno de los desafíos fundamentales es apuntar a la calidad educativa. Durante la inauguración del «Seminario Internacional sobre políticas y acciones hacia la calidad educativa», hizo referencia a su propia experiencia como docente en el sistema universitario, en el que observó las falencias básicas con las que llegan los estudiantes.

Dijo que «como docente universitario duele mucho recibir estudiantes en la universidad que tienen deficiencias en matemáticas, en razonamiento lógico e incluso en ortografía. Algo debemos estar haciendo mal y algo debemos ajustar», señaló y añadió que esas falencias no sólo están en primaria o secundaria, sino también en la educación superior. El presidente Arce pidió al Ministerio de Educación que el Observatorio de la Calidad Educativa sea parte de otra dependencia para que pueda hacer una evaluación de manera imparcial. El presidente exhortó a los maestros a producir textos educativos. El seminario tuvo una importante recepción ya que, según el Ministerio de Educación, se inscribieron 50 mil maestros.

Lamentablemente es una realidad que la educación en Bolivia continúa en la mediocridad, salvo honrosas excepciones, tanto de escuelas, colegios y algunas universidades, que sobresalen, fundamentalmente, por el esfuerzo, empeño, dedicación y vocación de los docentes, que deben vencer barreras de un sistema educativo retrógrado, politizado, enfocado ideológicamente, e impuesto por encima de la racionalidad y de las necesidades del país. Precisamente por esa fundamental falla, es necesario valorar los esfuerzos de los maestros que tienen que vencer las deficiencias del sistema, las carencias y la intromisión política, que privilegia en la dirección educativa a la militancia partidaria antes que la excelencia en la formación de un maestro o el escalafón del magisterio. Pese a ello los maestros hacen sus mejores esfuerzos frente a la ideologización de la última reforma educativa.

Uno de los recursos esenciales para medir el desarrollo humano de un país, es precisamente la educación, que ha demostrado que es el factor más importante que ha hecho posible a muchos países que a finales del siglo pasado se encontraban todavía en vías de desarrollo, alcanzar la mayor prosperidad situándose entre los más avanzados del planeta. El último Índice de Desarrollo Humano (IDH), publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cita que «los niños de los países con desarrollo humano muy alto permanecen escolarizados durante siete años más que los que viven en países con desarrollo humano bajo». El PNUD señala que «si bien estas estadísticas presentan por sí mismas una cruda imagen, hablan también de la tragedia de millones de personas cuyas vidas se ven afectadas por la desigualdad y la pérdida de oportunidades, y ninguna de estas resulta inevitable».

Bolivia, en los indicadores de calidad educativa se encuentra lejos de Chile, Argentina y Uruguay, que alcanzan 0,843; 0,825 y 0,804, respectivamente, situados en el grupo de países con desarrollo humano muy alto. Nos encontramos también por debajo de Ecuador, Perú y Colombia, que obtuvieron un IDH de 0,752; 0,750 y 0,747, respectivamente, situados en el grupo de países con desarrollo humano alto.

En la elaboración de la actualización del Índice de Desarrollo Humano 2018 (Antes de la pandemia) el PNUD, para garantizar comparaciones en la información, el IDH se basa principalmente en datos internacionales de la División de Población de las Naciones Unidas (datos de esperanza de vida), Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (años promedio de escolaridad y años esperados de datos de escolaridad). Bolivia por su clasificación según el IDH se encuentra por encima del promedio de 0,645 para los países del grupo mediano de desarrollo humano mundial y por debajo del promedio de 0.758 para los países de América Latina y el Caribe.

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