9.2 C
La Paz
jueves, abril 25, 2024
InicioOpiniónEditorialLa formación policial

La formación policial

Se ha descubierto una red delictiva compuesta por policías y civiles dedicados a falsear documentación destinada a favorecer el ingreso de postulantes a la Academia Nacional de Policías y a las escuelas básicas policiales. Esta situación motivó la acción directa del Gobierno que decidió anular todo el proceso de selección efectuado hasta ahora, al mismo tiempo que se iniciaron las acciones legales contra los responsables. Hay cuatro detenidos hasta el momento, pero las investigaciones todavía están en curso. No es la primera vez que situaciones de esta naturaleza enlodan a la institución del orden.

Recordemos que el propio Gobierno hizo conocer la existencia de redes de extorsión en las que estaban involucrados jueces, fiscales, policías y abogados. Pero es recurrente que en la institución uniformada se descubren cada vez mayores elementos de juicio que respaldan el planteamiento de una reestructuración radical que incluya una depuración profunda. El propio presidente Morales pidió al Ministro de Gobierno erradicar a los policías que desgastan la imagen de la institución.

El hecho es que ha generado repudio general el conjunto de irregularidades cometidas en los procedimientos de ingreso de postulantes a la Academia Nacional de Policías (Anapol). Desgraciadamente se mantiene la práctica de una mal entendida solidaridad que raya en la complicidad y el amparo a la impunidad. La Policía, como institución merece respeto y debe ser resguardada de influencias perniciosas. La esperanza de una superación cualitativa de esta institución está cifrada en los oficiales –que los hay-, respetuosos del ordenamiento legal y de la función esencial de la Policía, pero fundamentalmente, esa esperanza tiene su expectativa y certidumbre en la expectativa de encontrar un nuevo cauce ético en los jóvenes que se forman en la institución que desde hace algún tiempo tiene rango de universidad, y en los institutos formadores de nuevas generaciones de policías.

Por ello desata mayor indignación el introducir prácticas y actitudes de perversión al seno de la Academia de Policías, donde desde antes de que inicien sus estudios, los postulantes son inducidos al delito, a la falsificación y a la compra de favores. Hay irritación no solamente por los delitos cometidos sino por el significado de estas acciones en la formación de los futuros defensores de la sociedad. ¿Podrá alcanzar a ser un policía honesto y ejemplo de comportamiento, un joven que para ingresar a la Academia es inducido al delito?

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, admitió que erradicar la corrupción al interior de la Policía es un asunto irresuelto, las tareas dirigidas a transparentar a la institución y la lucha contra la corrupción en la Policía “constituye un pendiente”, señaló. Reconoció que «es indudable que a nivel de la Policía Nacional el tema de la corrupción sigue siendo un problema estructural que necesita mayores medidas, las medidas que hemos tomado son insuficientes y estamos todavía lejos de lograr el ideal», afirmó Romero.

Las reacciones de las autoridades nacionales se producen después que se denunciaran cobros ilegales para el ingreso de postulantes a la Anapol. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de La Paz, Johnny Aguilera, informó que una organización criminal contaminó al menos 300 exámenes médicos, psicotécnicos y de conocimientos para la admisión a la Anapol. También dio a conocer que se procedió al allanamiento del domicilio, en La Paz, de una ciudadana profesional médica, y se incautó 211 mil bolivianos y 2.500 dólares. Este dinero habría sido pagado por al menos 8 postulantes que pretendían ingresar a la Anapol de manera irregular. También se allanó el domicilio de un oficial de policía donde se encontraron exámenes para el ingreso a Anapol. Allí también esperaban 17 postulantes entre varones y mujeres. En las irregularidades también estarían involucradas dos empresas -Anstrngung y Sipcoes-, que fueron contratadas para revisar las respuestas de los exámenes.

El hecho va más allá de forzar irregularmente el ingreso de postulantes a la Policía, ya que además de que en estas acciones se cometieron serie de delitos, se está defraudando y envileciendo la posibilidad de contar con verdaderos protectores de la sociedad, ya que los que ingresan en esas condiciones ajenas a valores éticos, difícilmente podrían estar imbuidos de la idea de ser los mejores policías, contrariamente, tal vez busquen simplemente vegetar en su seno, pero en algunos casos existe el riesgo de que fuesen impulsados por la posibilidad de sacar provecho personal de la perspectiva de manejar armas y contar con el fuero institucional. No olvidemos que los exámenes psicotécnicos exploran la estabilidad emocional. La formación policial va más allá del manejo de armas o desarrollo de la capacidad física. Es necesario un bagaje legal, bases de conocimiento sobre ciencias especializadas, y condiciones psicológicas de estabilidad frente a situaciones de crisis. Pero fundamentalmente el postulante debe tener condiciones éticas fuertemente arraigadas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

MÁS LEÍDAS

- Publicidad -