La ciudad de La Paz conmemora hoy los 214 años de la gesta libertaria del 16 de julio de 1809, rindiendo honores a los protomártires de la independencia, que se levantaron en armas para reclamar libertad, repudiando el coloniaje. Don Pedro Domingo Murillo fue el líder de la revolución, y pagó con su vida el coraje de decir ¡basta! «Hasta aquí hemos soportado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra Patria», como reza la proclama de la independencia, dando el ejemplo de rebeldía y coraje a seguir contra la injusticia, por lo que La Paz, ha sido llamada tierra de libertad y tumba de tiranos. Pero la plenitud de las libertades solamente se encuentra cuando el pueblo tiene el derecho a expresarse libremente, y puede ejercer la libertad cultural, el derecho a aprender sin ideologías impuestas; a ejercer la libertad de pensamiento y elegir su posición política o ideológica.
Se es independiente cuando el ciudadano tiene la libertad económica y el derecho a emprender actividades empresariales, y cuando cuenta con una justicia autónoma que garantiza los derechos y prerrogativas de los ciudadanos. Para llegar a esa aspiración son necesarios varios factores, entre ellos, la unidad, el amor a la tierra, el respeto y la decisión de defender los derechos fundamentales proclamados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero hoy nuevamente los paceños se dividen, no solamente por el principio sostenido de que es un pueblo amplio y con la mayor diversidad, que permite el pluralismo y las diferentes formas de pensar y actuar, con la única condición de respetar principios éticos, morales y legales. La unión sigue siendo una aspiración y parte fundamental de la visión de La Paz que los paceños desean, porque se sigue imponiendo la segmentación. Las autoridades, que coyunturalmente ejercen poder, son las primeras en buscar la discordia. Por ejemplo, para los actos oficiales, la Gobernación y la Municipalidad decidieron hacer homenajes separados. La agenda de conmemoración de las Fiestas Julias de la Gobernación, incluyó una sesión de honor de la Asamblea Legislativa Departamental, invitando al Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional. Además organizó un desfile cívico, y promulgó una ley departamental que determina que la Gobernación es la organizadora de la efeméride departamental. Pero el Gobierno Municipal de La Paz, también desarrolla su agenda Juliana y comenzó el mes con la entrega de algunas obras y el anuncio de otras; efectuó el homenaje a los protomártires de la revolución libertaria; sesión de honor en el Concejo Municipal, desfile cívico, encendido de la Tea simbólica de Murillo y otras actividades.
Felizmente, pese a las maniobras para alejar a los paceños de la aspiración unitaria, se mantiene latente el sentimiento que une a todos, y que es hacer realidad «La Paz que todos queremos», es decir, una ciudad y un departamento prósperos, y lograr que en lugar de exportar dos mil 500 millones de dólares -que son las estimaciones de este año- se multiplique por diez esa cifra, y que el oro de los paceños pague regalías justas y sirva para el desarrollo. La aspiración se extiende a defender el medio ambiente y trabajar por una agenda posible asumiendo el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030. Los deseos de progreso son amplios, pensando en la modernidad y el avance tecnológico. A propósito de esta idea, utilizamos la Inteligencia Artificial (IA), y pedimos proyectar la ciudad de La Paz para 2030.
La respuesta es la siguiente: «En 2030, la ciudad de La Paz, ha experimentado una transformación significativa para abordar los desafíos actuales y adaptarse a las necesidades futuras: Por fin tiene transporte sostenible y eficiente: La ciudad ha implementado un sistema de transporte público moderno que prioriza el uso de energía limpia. Se ha desarrollado una red integrada de transporte público que incluye buses eléctricos y trenes ligeros, conectando los diferentes sectores de la ciudad y reduciendo la dependencia del transporte particular.
Energía renovable: La Paz se ha comprometido a eliminar gradualmente el uso de energía tradicional y ha adoptado fuentes de energía renovable. Parques solares y eólicos se han instalado en las zonas cercanas a la ciudad, proporcionando una fuente de energía limpia y sostenible. Además, se promueve la instalación de paneles solares en los edificios para generar energía local.
Eliminación del comercio callejero: Con el objetivo de mejorar la movilidad y el orden en las calles, La Paz ha implementado políticas para regular y reubicar el comercio callejero. Se han creado espacios comerciales designados y seguros, equipados con las instalaciones adecuadas, para acomodar a los vendedores ambulantes y mantener la vitalidad económica de la ciudad.
Vías rápidas y descongestión del tráfico: Se han construido nuevas vías rápidas y se han ampliado las existentes para descongestionar el tráfico en el centro de la ciudad. Además, se han promovido políticas de desincentivo al uso del automóvil privado, fomentando el uso del transporte público y la movilidad activa, como caminar y andar en bicicleta. Estos esfuerzos han mejorado la fluidez del tráfico y reducido los tiempos de viaje.
Crecimiento hacia el sur: Para aprovechar las ventajas geográficas y mitigar los desafíos de la altitud, La Paz ha impulsado un crecimiento planificado hacia el sur de la ciudad, que se encuentra a menor altura sobre el nivel del mar. Se han desarrollado nuevas zonas residenciales y comerciales con infraestructura moderna y servicios básicos adecuados. Esto ha permitido un desarrollo más equilibrado y una mayor calidad de vida para los residentes».
Es importante destacar que esta proyección se basa en supuestos y es una visión optimista del futuro de La Paz. La implementación de estas medidas requerirá un enfoque integral y una fuerte colaboración entre el gobierno central, el gobierno departamental, los municipios, la sociedad civil y otros actores relevantes. Además, la realidad futura puede verse influenciada por diversos factores, como cambios políticos, tecnológicos y ambientales.