La economía latinoamericana sufrirá este año la peor caída de los últimos 80 años, con drásticas reducciones tanto de las exportaciones como de importaciones como consecuencia de la pandemia, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Bolivia es uno de los países donde más se sentirán los efectos, porque además se está dando una reducción en la producción industrial y de materias primas. De acuerdo a un estudio de ese organismo internacional, el valor de las exportaciones regionales disminuirá un 23% durante este año y también se prevé una profunda caída de las importaciones, estimada en un 25%.
La mayor contracción de las exportaciones entre enero y mayo de este año se produjo en la Comunidad Andina con un 23%, mientras que el valor de las exportaciones del MERCOSUR se redujo en un 12%.
El informe de la CEPAL señala que, por sectores, las únicas exportaciones de bienes que lograron un tímido aumento fueron las agrícolas y las agropecuarias -0,9%, mientras que la minería, el petróleo y las manufacturas, registraron caídas del 25,8% y 18,5% respectivamente.
Las estimaciones para la totalidad del año prevén que la mayor contracción de exportaciones regionales se registre hacia Estados Unidos (32%) y hacia la propia región (28%), en tanto que los envíos a China caerían un 4%.
La baja en las importaciones en los cinco primeros meses del año también afectó a todos los países de la región, con un 17,1%, y en todas sus categorías (bienes de capital, insumos intermedios, bienes de consumo y combustibles, esta última la más afectada de todas con una caída del 34%), producto de la profunda recesión por la que atraviesa la región.
La vulnerable situación de Bolivia, hace que, en este momento, su economía sufra presiones diversas. Los principales rubros de producción y exportación están afectados. Bajó la producción minera y de hidrocarburos. Lo peor es que las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina han disminuido en cantidad y valor. El volumen que se vende a estos dos países se verá reducido en un 30%, según las estimaciones. Pero además la caída del precio del petróleo que sirve de referencia para la cotización del gas, también redujo considerablemente el precio de venta, que puede llegar al 40%, salvo que hubiese cambios importantes en el mercado del petróleo.
La industria nacional también está seriamente afectada, tanto por las secuelas de coronavirus que obligó restringir la producción en unos casos y a paralizar completamente en otros.
A ello se suman los bloqueos irracionales, inhumanas, genocidas, de carreteras y la tensión política y social, que están ocasionando pérdidas de aproximadamente 10 millones de dólares diarios solamente al sector industrial, según la Cámara Nacional de Industrias. El ministro de Desarrollo Productivo Abel Martínez dijo que el bloqueo de carreteras, provocó hasta el momento pérdidas por 700 millones, son muchísimos los sectores drásticamente afectados.
El comercio también está en graves problemas, lo mismo que el turismo que probablemente sea el sector con mayores perjuicios, porque ha dejado a miles de personas sin empleo, los hoteles están vacíos, restaurantes cerrados, la aviación paralizada, el transporte interprovincial e interdepartamental semiparalizado, y sin movimiento los operadores de turismo, comerciantes de artesanías y souvenirs, y una amplia gama de oficios que indirectos apoyan al turismo.