La Policía efectuó varias cargas en las que empleó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes la noche de ayer en La Paz, después de una multitudinaria asamblea ciudadana que discurrió pacíficamente.
Los incidentes se produjeron en una céntrica avenida de la urbe paceña, después de que un grupo de jóvenes intentara romper un cordón de policías antidisturbios, en una zona aledaña a la plaza Murillo, donde se encuentran las sedes del Gobierno y del Parlamento.
Las cargas policiales se sucedieron hasta pasada la medianoche por esa zona, donde había una notable afluencia de gente por las celebraciones de Halloween, que se vio sorprendida por los incidentes.
Los jóvenes emplearon piedras y palos contra los policías, además de armar barricadas con contenedores de basura y hogueras.
Estos choques con la Policía sucedieron después de que una masiva asamblea convocada por comités cívicos de varias regiones bolivianas transcurriera pacíficamente cerca del lugar.
El ministro de Defensa, Javier Zabaleta, en declaraciones a los medios, atribuyó los incidentes a grupos violentos, después de que el cabildo o asamblea cívica se celebrara con normalidad.
Bolivia atraviesa una crisis política y social desde las pasadas elecciones del 20 de octubre, en las que el órgano electoral dio por vencedor al presidente Evo Morales, pero la oposición denuncia que hubo un fraude a su favor en el cómputo de votos.
Evo Morales llamó ayer tanto a sus seguidores como a los opositores a cesar las movilizaciones violentas, en espera de que una auditoría iniciada por la Organización de Estados Americanos (OEA) investigue las denuncias de fraude.
La noche del miércoles fallecieron dos hombres por heridas de bala en la ciudad de Montero, en el suceso más grave de las protestas que se prolongan desde el día después de los comicios del 20 de octubre.