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miércoles, marzo 27, 2024
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Los hermanos Zeballos, bolivianos que triunfan en tenis «a puro pulmón»

La pasión por el tenis que corre por las venas de los hermanos bolivianos Federico y Noelia Zeballos ha sido el impulso para que se abran camino «a puro pulmón» como profesionales y en los recientes Juegos Panamericanos de Lima 2019 le dieran a su país la primera medalla de plata en este deporte.

Aquella competición terminó hace diez días, pero los Zeballos siguen disfrutando la alegría de haber sido los primeros bolivianos en subir al podio y lograr esta histórica presea en tenis para la nación.

El sentimiento es más especial aún porque consiguieron juntos este triunfo, según dijeron ambos en declaraciones a Efe tras un acto en el que la Federación Boliviana de Tenis les entregó un reconocimiento por su participación en los Juegos.

«Entrenamos desde muy chiquitos juntos, mi padre fue quien nos enseñó a jugar tenis y el haber hecho esto al lado de ella lo hace muy especial», afirmó Federico.

Para Noelia, el significado es «mucho más grande porque entra la parte sentimental ahí».

«El haber logrado este triunfo lo hace aún más especial y más hermoso porque sabes que todos los esfuerzos que hiciste te dieron frutos», resaltó la deportista.

Los hermanos dedicaron la medalla a Freddy Zeballos, su padre y entrenador, quien «siempre estuvo ahí luchando» junto a sus hijos, según Federico, mientras que Noelia aseguró que «es lo mínimo que le podemos devolver a cambio de todo lo que hizo por nosotros».

«Creo que fue una victoria de una familia», afirmó orgulloso a Efe Freddy Zeballos, quien también resaltó que sus hijos llegasen a una final en un torneo como los Panamericanos, donde compiten equipos «fortísimos».

El tenis es un integrante más en la familia, pues la madre, Carmen Melgar, es fisioterapeuta y la hermana mayor, Fabiana, también es profesora de tenis y psicóloga especializada en deportes.

Nacidos en Santa Cruz, Federico, de 31 años, y Noelia, de 25, recuerdan sus primeros pasos en el tenis cuando apenas eran niños y acompañaban a su padre al club donde daba clases.

Federico se dio cuenta a sus 13 años de que quería ser tenista profesional, por lo que se fue a Argentina para entrenar y a sus 16 se fue becado a España para continuar su preparación.

«Fue un comienzo muy difícil porque para dedicarse al tenis profesional se necesita mucho dinero, es un deporte carísimo. Viajas cada semana a un país diferente, tienes que pagar hotel y comidas en lugares que son muy caros», dijo.

Las limitaciones económicas no fueron impedimento para que el tenista se lanzara a competir en torneos internacionales, llegando a dormir en la calle en España o en la playa en Italia, todo por participar en estos certámenes, recordó.

En cierta ocasión incluso llevó consigo su máquina que tensa las cuerdas para «encordar» las raquetas de los jugadores del mismo torneo y ganar dinero para costear su estadía.

«Y te acuerdas de ese tipo de cosas cuando estás jugando un partido», indicó Federico, quien agregó que se las mencionó a Noelia para darle impulso durante la semifinal en Lima.

«Nunca tuvimos los recursos económicos, nunca tuvimos apoyo de ninguna institución, de ningún lugar y siempre lo hicimos a pulmón. Eso significa economizar en hoteles, o viajar poco», afirmó Noelia.

Como su hermano, la joven supo que quería hacer carrera profesional a sus 13 años cuando decidió cambiarse a un colegio nocturno para poder entrenar durante el día.

Sus inicios tampoco fueron sencillos, pues por ejemplo en su primera gira jugó doce torneos y quedó fuera en primera ronda, lo que supuso un bajón, indicó.

Luego decidió seguir los pasos de Federico y empezar a viajar por su cuenta a Europa para competir en torneos con las mismas restricciones económicas, aunque aseguró que ya sabe «cómo moverse» para que no sea tan difícil.

Los logros como la medalla en los Panamericanos se sienten con «un poco más de satisfacción» por este camino empedrado que han tenido que recorrer, indicó Federico.

Antes de lograr la plata en Lima, Federico ganó el oro junto a su compatriota Hugo Dellien en dobles masculino en los Juegos Bolivarianos en Trujillo, Perú, en 2013.

En los Bolivarianos de Santa Marta, Colombia, en 2017, Noelia se llevó la medalla plateada en dobles mixtos junto a Boris Arias.

En los Suramericanos en la ciudad boliviana de Cochabamba en 2018, los hermanos quedaron cuartos en dobles mixtos.

Ahora Federico apunta a llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para lo cual tiene un «proyecto» junto a Dellien.

Noelia, que se ha planteado estar entre las mejores 100 tenistas del mundo, espera que la medalla abra las puertas para lograr un apoyo financiero «constante» para el resto de sus carreras.

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