El ecuatoriano Macará logró ayer la victoria en su debut en la Copa Sudamericana ante Guabirá por 2-1, pero no cerró la eliminatoria a pesar de su dominio en muchos momentos del partido.
Los locales disfrutaron del control del juego hasta el minuto 75, pero se fueron desdibujando por el desgaste físico hasta terminar pidiendo la hora ante las acometidas del visitante, que comenzó ganando con gol de su capitán Gualberto Mojica.
Sin embargo, las dianas de Ronald Champang y Carlos Alboreda en menos de diez minutos le dieron vuelta al marcador y dejaron servido el triunfo de los locales.
Tras unos primeros compases de tanteo entre los dos equipos, el conjunto ecuatoriano generó las mejores ocasiones de anotar que Guabirá conseguía desbaratar con dificultades.
Sin embargo, fue el equipo boliviano el primero en golpear en el minuto 26 con un gran gol de tiro libre directo de Mojica.
La respuesta local no tardó y, en la jugada siguiente, Champang logró el tanto de la igualada tras una jugada colectiva.
Solo cinco minutos después, Arboleda con un duro derechazo desde fuera del área y tras una imprecisión en la defensa visitante metió el gol del 2-1.
El segundo tiempo comenzó como acabó el primero, con dominio del Macará, que buscaba el tercer gol que diera más tranquilidad de cara al partido de vuelta en Bolivia, mientras los visitantes luchaban para sostener un resultado que no le era desfavorable.
El equipo de Ambato acusó el desgaste físico de una corta pretemporada y de un exigente primer tiempo y, aunque mantuvo el control, su juego se fue haciendo más pausado.
Eso motivó que la escuadra boliviana se viniera arriba y coqueteara con el tanto del empate, sin que pudiera conseguirlo.
Por lo tanto, será el estadio Gilberto Parada de la localidad de Montero el que cerrará la eliminatoria, y Guabirá, que de ganar por 1-0 estará clasificado a la segunda fase en su primera incursión en la Sudamericana.