Cada vez más sectores productivos y de servicios se suman a la protesta contra la Autoridad del Sistema Financiero (ASFI), por haber determinado que los pagos de cuotas por créditos deben realizarse desde junio, pese a que toda la actividad económica está semiparalizada y pocos son los sectores que hacen servicio parcial.
Inicialmente fueron los microempresarios que denunciaron que la medida contradecía la Ley 1294, que define la postergación del pago de las obligaciones bancarias, hasta que se solucione la crisis generada por el coronavirus y la paralización del país.
Pero ASFI, mediante un comunicado, informó que pasada la cuarentena total, los prestatarios dispondrán de seis meses para acordar con las Entidades de Intermediación Financiera la forma de cómo efectuarán el pago de las cuotas diferidas, para lo cual, dichas entidades deben asesorar a los deudores sobre las opciones que pueden ser tomadas para el efecto, así como del costo financiero que implicaría cada una de ellas, aclarando que a partir de junio los pagos se deben efectuar conforme al cronograma original.
Ahora, cinco sectores más se sumaron al reclamo y piden que se congelen los pagos bancarios por un año. Costureros, orfebres, zapateros y artesanos se sumaron a La Federación de Micro y Pequeños Empresarios (Fedemype) de El Alto, que plantea «dos años de diferimiento de pago de créditos o suspensión, porque durante la época de cuarentena se vieron en la obligación de consumir todo su capital».
El ministro de Economía, José Luis Parada, aclaró que es «revisable» la decisión de que a partir de junio se comiencen a cobrar nuevamente los créditos bancarios. Anticipó que el tema será evaluado. «Todas las medidas que hemos ido tomando son totalmente revisables, todo depende del impacto del coronavirus, de cómo está evolucionando», recalcó.