El seleccionado de Ecuador venció a Bolivia por un marcador de 69-51, que no le alcanzó para pasar a la segunda ronda de la fase clasificatoria para el Mundial FIBA en Filipina-Japón-Indonesia en el año 2023. El partido se jugó este miércoles en el coliseo Voltaire Paladines Polo, de Guayaquil sin la presencia de público.
Está establecido que el ganador de la llave entre Ecuador y Bolivia pasaría a la segunda ronda a jugarse en Santiago entre el 13 al 15 de julio contra sus similares de Chile, Paraguay y Nicaragua, el resultado registrado en la ciudad de Tarija (91-57) le permitió a los bolivianos avanzar a la siguiente instancia, sin su figura Joshua Reaves, quien se fue rumbo a su país (Estados Unidos) en medio de denuncias de malos tratos de la Federación Boliviana de Basquetbol.
Los bolivianos llegaron a este partido concentrados en el encuentro de vuelta, para los jugadores quedó atrás los conflictos que se presentó en su país donde ganaron con autoridad, después emprendieron viaje a Ecuador para jugar el cotejo de vuelta con la firme convicción de conseguir la clasificación, objetivo que cumplió aunque cayó de visitante.
Por su lado el seleccionado local hizo su trabajo, cumplió con llevar adelante el encuentro con un dominio de canastas efectivas, que le permitió vencer, pero su labor no fue suficiente porque la puntuación no alcanzó ante la diferencia que consiguió Bolivia en Tarija donde los locales sacaron una diferencia de 34 puntos.
En el último cuarto, la mejor arma del seleccionado boliviano fue manejar los tiempos ante los nervios de los ecuatorianos quienes necesitaban la diferencia y los minutos se les terminaba, finalmente vencieron pero la puntuación no fue suficiente para la clasificación que ese era el propósito de Ecuador en su casa, sacaron 18 puntos de diferencia, necesitaba 35.
El partido se prolongó por dos horas aproximadamente (en el total), el primer cuarto finalizó por 17-10, el segundo 19-8 (36-18). En el tercero el marcador fue de 13-17 (49/35) y el último 20-16 (69-51 en la suma), tras el partido la celebración fue boliviana pese a que cayó de visitante.