El avispado asilado en la Argentina, que salió de Bolivia, posiblemente recordó lo que dijo «los que escapan son delincuentes, el que escapa, huye, admite que ha cometido delitos», refiriéndose a connacionales que salieron obligados al exterior, no como él de voluntad propia, o de miedo al taparaku y predicción de un adivino de magia negra.
En tono airado amenazó al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de enjuiciarlo, por «robo agravado de su libreta militar».
Desconocimiento, del dictador, del Procedimiento y Código Penal boliviano. Cómo es eso de «lo voy a enjuiciar por robo agravado» sin adjuntar prueba, constancia, que el ministro le «robó» libreta militar, dónde están testigos de cargo que hubieran visto y les conste que substrajo algo parecido a lo que indica, ¿quiénes le vieron poseer al expresidente libreta original de servicio militar, o que haya remitido a nuestra patria el original?
Sigue con la evada «yo le meto nomás que mis abogados lo arreglen».
Ante la versión publicitada ante medios de comunicación argentinos y de alguno de nuestro país, sobre el «robo», se supo que el titular del Ministerio de Gobierno interpondría acción penal en contra del asilado toda vez que este ha cometido libelo infamatorio, calumnias, injurias, etc.
El figúrati está haciendo lo imposible por estar vigente e intenta nublar la aureola de David Choquehuanca, quien parece obnubilado por el interés que desencadena su jefe de campaña para damnificarlo.
Los campesinos están preocupados recién se van enterando lo que ocurrió en 14 años de gobierno del MAS, en que ellos no accedían a la administración de los Órganos del Estado, sea Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral.
Para anular el surgir de nuevos actores dentro del MAS, que podrían evitar que se convierta en otro MNR poco menos que en el olvido, el jefe de campaña ordena trámites ilegales ante el TSE.
La nueva generación que surgió en el MAS ocasiona disgusto en los «privilegiados» que gozaron de las canonjías del poder estos 14 años, inmersos en la corrupción y en delitos de lesa humanidad.
Por desesperación, el expresidente intenta estar en la cresta de la ola.
Violenta normas internacionales sobre el derecho de asilo, con frases que reacondiciona, plagia, Álvaro García Linera, que resultan delitos.