La Cervecería Taquiña, la principal industria de Cochabamba, revitaliza la tradición local con la elaboración de chicha y a la vez que reactivará la producción de variedades locales de maíz en los valles del departamento.
“Nos sentimos felices de lanzar Chicha Taquiña, una bebida que busca revitalizar la tradición local en la elaboración de esta bebida ancestral y, al mismo tiempo, reactivar la producción de variedades locales de maíz en los valles del departamento. Además, brinda el compromiso de fortalecer los lazos de la empresa con las comunidades y los productores locales de maíz”, afirmó Rodrigo Rocabado, jefe de marca de Taquiña.
El ejecutivo agregó que la Chicha Taquiña “se encuentra disponible en dos variedades, que incorpora 30% de cebada malteada y la segunda con una composición de 100% maíz. Ambas llevan chancaca, lo que le da un sabor característico a nuestra marca, sin perder la esencia original”.
Taquiña ha estudiado la elaboración de este nuevo producto por más de dos años, buscando la máxima calidad.
“Nos tomó un poco más de dos años aprender y descubrir cómo producir una chicha con los más altos estándares de calidad. Finalmente, y con un gran esfuerzo de nuestros productores, encontramos la fórmula exacta para llevar la calidad que nos caracteriza a la Chicha Taquiña”, acotó Rocabado.
Causa Taquiña
El nuevo producto de la Cervecería Boliviana Nacional tiene el objetivo de generar un impacto a mediano plazo con los productores del Sindicato Agrario de Taquiña, comprometiendo la compra de más de 600 toneladas anuales a 5,000 en el mediano plazo y apoyar al desarrollo de 2,000 familias en el mismo periodo.
“Este proyecto no solamente se trata de elaborar y comercializar un producto. Queremos preservar y promover la cultura de la chicha, queremos desarrollar la producción de variedades autóctonas de maíz en los valles, queremos trabajar en fortalecer las conexiones entre la comunidad y la empresa”, resaltó el ejecutivo.
De acuerdo con el jefe de marca, Taquiña plantea esta dimensión social del proyecto porque estima que, en la última década, las accesiones de maíz con las que tradicionalmente se elaboraba la chicha disminuyeron en 40%, lo que pone en riesgo de extinción a los granos nativos en un futuro no muy lejano.