La postergación de elecciones y la nueva fecha para llevarla adelante, constituye oportunidad, sin lugar a dudas, para verificar listas de candidatos, sea a nacionales y/o subnacionales, toda vez que, en la mayoría de las siglas partidarias, que dieron a conocer listas para senadores y diputados, muchísimos no tienen convocatoria en el electorado.
Los partidos deben recabar antecedentes sobre cada uno de ellos, ellas, y verificar cuál fue el comportamiento y desempeño en las funciones públicas que les cupo ocupar por recomendaciones partidarias.
No se trata de que algunos de ellos ofrezcan dineros para hacer la campaña. Si por casualidad por un mínimo de porcentaje tuvieran que ingresar a cualquiera de las cámaras, velarían por sus intereses y no les darán ni un saludo de despedida a quienes tuvieron la mala suerte de consignarlos, pues estarán su(s) voto(os) al mejor postor, en otra palabra efectuarán transfugio sin importarle en lo mínimo el programa de su tienda partidaria.
Analizar lo que ocurrió en los 14 años de gobierno del ex presidente ahora asentado en la Argentina, evidenciará que muchos de los que se decían opositores, por ofertas de otorgarles comisiones y otras gabelas, sin pestañear se pasaron al oficialismo, como fue el caso de Javier Zabaleta que primero estuvo en el MIR, después en el MSM y luego se pasó al MAS, llegó a ser ministro de defensa y a la fecha está a la espera de un proceso penal que va en su contra por «terrorismo» y otras figuras que consigna el código penal.
Como quiera que la nueva fecha para elecciones está por fijarse, estas deben ser conjuntas para nacionales y subnacionales, de esta forma el Estado ahorrará mucho dinero que bien puede ser destinado al sector salud para la lucha contra la pandemia del coronavirus y de otra evitar que los mismos que integran como candidatos en las nacionales, si pierden aparezcan como candidatos en las subnacionales ya sea para concejales municipales o para consejeros departamentales.
El Tribunal Supremo Electoral, reiteramos, debe y tiene que convocar a elecciones conjuntas, para nacionales y subnacionales, toda vez que las postergó por fuerza mayor debido a la presencia de la pandemia del coronavirus.
El pueblo está harto de politiqueros que actúan en forma sinuosa y sin escrúpulo alguno.