Los pacientes de cáncer y sus familiares que mantenían desde hacía seis días una huelga de hambre en un hospital de La Paz cesaron ayer su protesta tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Bolivia, que prevé mejoras en su atención y que les reciba el presidente del país, Evo Morales.
Las representantes de una asociación que aglutina a enfermos y familiares rubricaron el acuerdo con los ministros de Gobierno, Carlos Romero, y de Salud de Bolivia, Gabriela Montaño, en un acto ante los medios en La Paz.
El ministro de Gobierno aseguró que el presidente Morales volverá a reunirse «pronto» con estos representantes, como muestra de la voluntad para atender una problemática «tan sensible».
Además de la reunión, el acuerdo incluye el compromiso de agilizar en el Parlamento boliviano una ley ya en trámite para mejorar la atención a estos enfermos, destacó Romero.
Igualmente, establece una mesa de trabajo entre la Asociación de Personas con Cáncer y Familiares de Bolivia y el Ministerio de Salud para abaratar los costos de medicamentos, incluida la posibilidad de implementar farmacias oncológicas del Estado para quienes carezcan de suficientes medios económicos.
El ministerio además designará profesionales especializados, incorporará formación en cuidados paliativos y garantizará el funcionamiento óptimo de los equipos para tratar a estos pacientes.
Una decena de enfermos de cáncer y familiares suyos mantenían una huelga de hambre en pasillos de un hospital de La Paz en demanda de una ley nacional que garantice una atención digna a estos pacientes y de una audiencia con el presidente Morales.
Los pacientes y familiares esperan que Evo Morales les vuelva a recibir como ocurrió en octubre pasado, al considerar que sus colaboradores no están trabajando como deberían.
Tras una serie de movilizaciones, colectivos de enfermos de cáncer y sus familiares lograron a fines de 2018 que el Gobierno de Bolivia costee tratamientos de radioterapia por un año.
Las autoridades entregaron hace unos meses unas ambulancias e inauguraron en El Alto, ciudad vecina de La Paz, un albergue para pacientes procedentes de otras regiones.
Sin embargo, la queja es que las ambulancias no están funcionando y el Programa Nacional de Lucha contra el Cáncer, dependiente del Ministerio de Salud, no está trabajando como debería.
Los pacientes también piden que se establezca un arancel cero para abaratar los costes de los medicamentos contra el cáncer.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud y del Ministerio de Salud de Bolivia, en el país se registran cada año unos 18.600 enfermos de cáncer, de los que al menos 5.000 fallecen.
Convocan a construir ley
Por su parte, el presidente de la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados, Franklin Flores, convocó a los pacientes con cáncer y a sus familiares a participar en la elaboración de una ley para combatir esa enfermedad.
Ese llamado surge luego que un grupo de pacientes decidió suspender una huelga de hambre que mantenía por seis días en demanda de la intervención estatal para recibir un tratamiento oportuno e integral.
«Les hemos solicitado que levanten esta extrema medida, pero también les hemos invitado a que sean parte de la mesa técnica de trabajo de esta ley (…), mejor que nadie que ellos vengan y hagan seguimiento de todos los consensos que se va hacer», dijo Flores.
El Gobierno destacó la predisposición de la Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares para encontrar soluciones estructurales a través de la elaboración de una ley que asegure la prevención y los tratamientos, entre otras acciones.
«(La futura ley busca) crear un Consejo Nacional de Lucha contra el Cáncer, no solamente un programa, que los municipios inserten en su presupuesto el tema prevención, detección temprana de cáncer. Esa ley establece también poner impuestos a los cigarrillos, alcohol y los alimentos ultra procesados», puntualizó el legislador oficialista.