Al menos dos policías resultaron heridos y vehículos militares fueron dañados en un operativo este sábado que intentaba despejar el bloqueo que mantienen unos vecinos por seis días al ingreso de un botadero de basura en la ciudad de Cochabamba.
El operativo de policías y militares escoltaba de madrugada a más de medio centenar de carros basureros para que pudieran depositar residuos en el botadero de K’ara K’ara en Cochabamba.
Vecinos del lugar mantienen bloqueado el ingreso como medida de presión para exigir la liberación de unos ocho dirigentes que fueron detenidos en operativos pasados, que son procesados por supuesto atentado contra la salud pública, entre otras acusaciones.
Al ingresar los carros basureros, un numeroso grupo de vecinos denominados «autoconvocados» comenzó a lanzar piedras y los uniformados usaron agentes químicos para lograr dispersarlos y despejar el área, luego los policías y militares se replegaron, según reportaron medios locales.
El alcalde de Cochabamba, José María Leyes, escribió en Twitter que hay 25 trabajadores de la Empresa Municipal de Aseo que están rodeados por los bloqueadores.
«Rogamos al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Gobierno precautelar la vida de los trabajadores», reclamó en la red social.
En tanto, el viceministro interino de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, informó a los medios de que la «emboscada» causó daños a vehículos de las fuerzas del orden y que dos policías están «policontusos» porque recibieron pedradas.
El ministro transitorio de Gobierno, Arturo Murillo, calificó de «delincuentes disfrazados de políticos» a quienes buscan confrontación e indicó que no se va a permitir esta situación.
«Esto no es admisible, no es permisible y vamos a caerles con toda nuestra fuerza a estos grupos delincuenciales», manifestó Murillo en un acto en la ciudad de Sucre.
Las protestas en esa zona de la ciudad se repiten desde hace meses por distintos motivos, en los que las autoridades denuncian que se trata de un conflicto alentado por intereses políticos para mantener una agitación social en su contra.