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jueves, abril 25, 2024
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Preocupación por aumento de cultivos de coca

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de la ONU, encargado de supervisar el cumplimiento de los tratados antidrogas, ha mostrado en su último informe la preocupación por el aumento hasta cifras récord del cultivo de hoja de coca, el cambio en las rutas de narcotráfico hacia Europa y la financiación de grupos terroristas de Oriente Medio con el narcotráfico. El reporte también recuerda que, junto a la cocaína, el cannabis es la droga que con mayor frecuencia es objeto de tráfico en grandes cantidades en la región latinoamericana.

«En algunos países se han comunicado tendencias similares respecto de la incautación de hierba de cannabis y cocaína, lo que podría indicar que se emplea la hierba de cannabis como pago parcial para los traficantes de cocaína dentro de la cadena de narcotráfico», señala la JIFE. En Colombia, el cultivo del arbusto de coca y la fabricación de cocaína alcanzaron un máximo histórico, con un incremento en 2017 de un 17 % y un 31 % respectivamente. En lo que corresponde a Bolivia, el informe señala la preocupación por la norma legal que autorizó la ampliación de la superficie de los cultivos legales de hoja de coca de 12.000 a 22.000 hectáreas. La JIFE señala que el Gobierno de Bolivia le informó de que en 2018 habría «una superficie de cultivo de arbusto de coca de 17.160 hectáreas destinada al consumo tradicional.

El último informe de la JIFE reveló también un incremento en la incautación de drogas en los países centroamericanos de un 185% en comparación con el 2016 y un cambio en las rutas hacia Europa. Asimismo, aseguró que los grupos terroristas de Oriente Medio se financian con este negocio. Señala que la cantidad de cocaína incautada en Centroamérica en 2017 subió respecto a los años anteriores, tendencia que la Junta vincula con la mayor producción en la región y la demanda en EEUU y Europa.

A propósito del informe, Alberto Otárola representante de JIFE en Lima, indicó que “en lo que concierne a las Américas, el Informe 2018 aborda el preocupante incremento de muertes (más de 70 mil personas) en los Estados Unidos por la llamada «crisis de los opioides». Igualmente se confirma que en Centroamérica se ha incrementado el trasvase de sustancias ilícitas con destino final a Estados Unidos y Europa. En el caso de América del Sur, la JIFE lamenta el incremento de la superficie cocalera en Colombia, a 171,000 ha; pero también celebra el inicio de un agresivo programa de desarrollo alternativo integral y sostenible, que el gobierno, con la colaboración de UNODC, viene impulsando en este país”.

Además, el Informe Anual de la JIFE correspondiente a 2018 y presentado este mes, considera posible que se haya producido un cambio en la ruta de la cocaína hacia Europa, en el que Bélgica ha sustituido a España como principal puerta de entrada. En América del Sur, la fabricación ilícita de cocaína aumentó, y ello repercutió en el mercado europeo, donde los indicios de una disponibilidad y un consumo mayores son motivo de preocupación. En Colombia, el cultivo ilícito de arbusto de coca y la fabricación ilícita de cocaína se incrementaron y alcanzaron un máximo histórico, según JIFE. En el Estado Plurinacional de Bolivia, la superficie dedicada al cultivo de coca aumentó en 2017 un 6 % con respecto a 2016, según el informe relativo al monitoreo de cultivos de coca elaborado por la UNODC y el Gobierno boliviano.

Brasil decidió fortalecer el control en sus fronteras debido al incremento del narcotráfico. Según las cifras comunicadas por el Comando Militar de la Amazonia, del Ejército del Brasil, se incautaron de 6.674 kg de drogas ilícitas de enero a mayo de 2018 en la región del Amazonas, en el transcurso de 170 operaciones. Las acciones de control se realizaron en colaboración con organismos gubernamentales de los cinco Estados que limitan con la región del Amazonas, es decir, Bolivia, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela. Otro dato que consigna JIFE es que el principal país de tránsito a partir del cual llegaba la cocaína a Sri Lanka fue la República Bolivariana de Venezuela.

Al problema de las drogas se ha sumado otra preocupación que puede tener funestas repercusiones. El organismo de la ONU encargado de velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas asegura que grupos terroristas, incluidos yihadistas, podrían beneficiarse del tráfico de narcóticos en Oriente Medio. «La inestabilidad y los conflictos armados que afectan a todo el Oriente Medio siguen facilitando el tráfico de estupefacientes», indica la JIFE.

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